Ante el clamor urgente de darle cabida a cada una de las orientaciones sexuales, abracé mi bisexualidad.
Esa identidad individual que cada persona que nos sentimos atraídos por cualquier ser humano sin importar su género.
Pero que además, la bisexualidad es esa expresión genuina y pura que muestra al máximo la vulnerabilidad de una persona.
Porque muchas acepciones relacionadas a esta orientación es continuamente invalidada.
Por eso abracé mi bisexualidad, la abrazo día con día, porque siento que eso me humaniza mucho más.
El rechazo a la bisexualidad
Parece sistemático el rechazo a la bisexualidad porque es bajo ese argumento de que los bisexuales somos indecisos.
O promiscuos, que solo es una etapa de confusión e indecisión, pero no.
El rechazo a la bisexualidad lo sostienen personas que tienen poca tolerancia a lo diferente, a lo diverso.
Que prefieren tener un juicio infundado que se queda solo en lo superfluo y no en la esencia de los porqués una persona elegimos o decidimos ser bisexuales.
Pero la realidad es que la bifobia es esa expresión continua de rechazo, discriminación y prejuicio.
Además, constantemente se promueve como si repitiendo estos juicios se fuera a terminar o evitar. Pero no, cada día la bifobia ocupa más espacios dentro de la homofobia tan acrecentada.
Abracé mi bisexualidad
Hay días en que mostrarme tal cual soy no es sencillo. La cantidad de rechazo que he padecido por ser un hombre bisexual que he amado a varones y mujeres.
Aún cuando siento que el verdadero amor lo conocí con un hombre, no dejo de sentir una profunda atracción por las mujeres inteligentes, serenas, sabias, sensibles. Igual el tipo me rompió el corazón, casi literal.
Sin embargo, me muestro más humano con mujeres. Mi sentido más vulnerable siempre lo expreso más con personas con menos prejuicios y suelen ser chicas.
El paso de los años me ha demostrado que en el momento que abracé mi bisexualidad las cosas marcharon mejor. Dejé de tener inquietud y pasé a tener más calma, más complacencia para conmigo mismo.
Pero cuando alguien con altísima inteligencia emocional, dentro de ello con cero prejuicios, me permite mostrarme en completa vulnerabilidad y además con serenidad y empatía ese momento lo agradezco.
Abracé mi bisexualidad, porque como ya he expresado, he estado rodeado de prejuicios. Sin embargo, aún con todas mis debilidades he conocido personas tan maravillosas que me aman como soy.
Mi voz tan afeminada es una de las razones por las que me cuesta mucho más mostrarme o presentarme como un hombre bisexual, porque casi todo mundo me tilda de “joto”, “maricón” y muchas mas.
Y no me molestan esos calificativos, sin embargo, algunas veces lastiman a mi familia, sobre todo a mi abuela que si bien me ama, acepta y reconoce como soy, no deja de ser imprudente que alguien me grite o insulte.
Sin embargo, abracé y abrazo mi bisexualidad.
Amo ser tan maricón, amo mi lado femenino pero también mi versión que quizá es más masculina donde me encanta la belleza de las mujeres sobre todo la que surge desde los pensamientos, desde lo genuino.
Mi texto de hoy para un ser humano majestuoso, brillante y hermoso: Vélez.