La diversidad familiar reclama su espacio en Italia

”Queremos igualdad” y ”no somos ciudadanos de segunda” fueron dos de los eslóganes más coreados el pasado sábado por los activistas LGTB italianos y sus familias en la piazza del Popolo de Roma.

Miles, decenas de miles (más de diez mil asistentes según los datos de los propios organizadores) salieron a las calles de la capital italiana para protestar por la merma de derechos que han supuesto las continuas modificaciones en la ley de la unión civil para parejas del mismo sexo que entre otras cosas se ha dejado por el camino el derecho de adopción para las parejas homosexuales.

Los colectivos LGTB volvieron a demostrar que sus demandas están apoyadas por el grueso de la sociedad italiana y la manifestación fue todo un éxito en cuanto al número de asistentes. A lo largo de la marcha, los manifestantes se encargaban de denunciar que las nuevas normas no bastan para garantizar los derechos de todo el colectivo y que seguirán manifestándose hasta que consigan modificaciones en la ley. 

La concentración se llenó de familias homoparentales. Y es que en el fondo de la cuestión, con los constantes tijeretazos que ha sufrido la ley, no sólo se priva de derechos a toda una comunidad sino que se ha creado un problema de legalidad asimétrica puesto que no todos los niñxs cuentan con los mismos derechos. 

Así, desde el escenario montado en la piazza del Poppolo se habló de la igualdad, los derechos, de las contradicciones de la sociedad italiana y de como el fundamentalismo religioso utiliza a Dios como elemento de odio e injusticia..

Susanna Camusso, secretaria general de la CGIL, ofreció uno de los discursos más aplaudidos de toda la jornada al mostrar una conciencia expansiva con los problemas de la comunidad y la sociedad:

Cuando existe una discriminación desde el punto de vista del reconocimiento civil, también aparece en el lugar de trabajo. En la actualidad, los derechos civiles están estrechamente conectados a los derechos sociales y laborales. Nuestra protesta tiene un objetivo claro, poder vivir en un país que reconozca la diversidad.”