Matteo Renzi quiere aprobar la Unión Civil homosexual antes de 2016
La semana pasada el Tribunal de Apelación de Nápoles obligó al Gobierno italiano a registrar el matrimonio de dos mujeres francesas residentes en Italia, un fallo que fue definido como histórica por el precedente que sentaba en el país alpino.
La noticia, que ha suscitado tanta expectación como el reciente órdago protagonizado por el alcalde de Roma, que inscribió en el Consistorio 16 matrimonios -once formados por hombres y cinco por mujeres- celebrados fuera de Italia, ha trascendido de tal manera que el propio Matteo Renzi ha tenido que adelantar una respuesta al respecto.
Esta intervención viene influenciada por el bloqueo de la Ley de Unión Civil en una comisión Senado, a causa de las miles de enmiendas interpuestas por legisladores contrarios al texto. La situación es tan inconsecuente que el subsecretario de la Presidencia del Consejo del Gobierno, Ivan Scalfarotto, ha permanecido veinte días en huelga de hambre para protestar ante esta ausencia de regulación.
Durante la apertura de la Asamblea Nacional del Partido Demócrata el pasado sábado, Renzi afirmó que el proyecto de ley sobre las uniones civiles homosexuales será aprobado de manera definitiva ‘antes de que acabe este año’.
Según el Primer Ministro italiano, este proyecto adquiere una notable urgencia -tras su interrupción interesada para dar prioridad a la reforma de la televisión pública- que tiene como objetivo ‘cerrar una cuestión abierta en Italia desde hace demasiados años y que exige una solución definitiva’.
La promotora del texto legislativo será la senadora del Partido Demócrata Monica Cirinná y, pese a la incial satisfacción por su creación, se espera que no se contemple el empleo de la parabra matrimonio ni la posibilidad de adoptar hijos de manera conjunta.
Tras el conocimiento de las declaraciones de Renzi, el presidente de la organización LGBT Equality Italia, Aurelio Mancuso, celebró en un comunicado las palabras del primer ministro que, a su juicio, ponen fin a ‘meses de incertidumbre y diferentes interpretaciones’.
Sin embargo, no todo el mundo ha recibido esta noticia de la misma manera. La histórica asociación activista Arcigay ha mostrado su escepticismo ante las declaraciones del Primer Ministro.
La entidad ha recorda el desproporcionado triunfalismo con el que acompañó los anteriores anuncios relacionados con el Proyecto de Ley -acompañándolo con un montaje con varios titulares recogidos en el pasado por los medios- y sus repetidas paralizaciones posteriores, y definiendo el acercamiento a este asunto del Partido Demócrata como ”superficial” y ”poco serio”.