Lesbianas y mamás
Esperé el momento de escribir esto porque lesbianas y mamás es un texto dedicado a una de mis mejores amigas y su prometida. ¡Ambas esperan a su primera hija! Luciana verá la luz terrenal en octubre.
¡Y qué dicha! Porque así como Constanza me permitió contar su historia de amor con Bárbara en esta nota, hoy tengo la bendición de vivir en primera persona que mis amigas lesbianas serán madres.
La vida es tan maravillosa cuando dos personas se aman, pero se multiplica cuando se espera la llegada de un hijo. Todo se ha vuelto tan doble o triplemente amoroso, piadoso e incluso impetuoso.
Observo a Cons, la he visto por más de 20 años, pero ahora su brillo es único, es espectacular. La alegría en sus ojos tiene un resplandor inigualable. Además sumó estrés, porque obvio desea que Bárbara y Luciana estén bien en todo. ¡Y lo están, pops!
¿Cómo ser madre si somos lesbianas?
¡Qué pregunta! Por ejemplo, mi abuela de 83 años no comprende “cómo ser madre si somos lesbianas”, si son lesbianas. Para mi abue es común el amor, ha visto crecer a Cons en todos sentidos, pero no entiende cómo.
El proceso de ser madres siendo lesbianas ha sido largo, estoy claro que no estoy ni siquiera enterado del 10% de todo lo que han tenido que pasar.
Pero hoy día lesbianas y mamás es una realidad más común de lo que imaginamos. No digo que sea sencillo, es más, es sumamente costoso, pero como todo lo que tiene cabida en el amor es posible si está cimentado en la formación de una familia. El amor multiplicado.
Sumemos que Cons y Bárb ambas son judías, un detalle más para un sociedad tan tradicionalista. Sin embargo, para ellas que ambas profesan su religión con amor, ha sido un paso más en el camino de crecer como pareja. Y en sí, también de su comunidad.
Acudieron a diversas clínicas en Estados Unidos, en enero tomaron la decisión, comenzaron a ver cómo gestar a su hija. El método ROPA que es la recepción de ovocitos de la pareja fue el elegido. Su primera hija será con los óvulos de Constanza fecundados en el vientre de Bárbara.
Lo leo y releo y siento tanta gratitud y admiración por la ciencia que lo hace posible, sin importar qué tanos prejuicios hay detrás, la evidencia de que dos mujeres lesbianas y mamás es posible.
Lesbianas y mamás
¡Bárbara y Constanza serán madres! Lesbianas y mamás. Madres siendo lesbianas, ¿de qué otra forma lo digo?
¿Cómo siendo lesbianas y mamás en un mundo tan machista, misogino y homofóbico? Pues con amor. Por amor. Por la comunión y acompañamiento de dos personas, que casi literal, han pasado sus 27 años juntas.
No entendería la vida de Cons sin Bárb, ni la de Bárbara sin Constanza. Recuerdo que fui la primera persona en saber que se casarían, que quieren tener tres hijes, la fecha y lugar de su matrimonio, y claro, también: ¡El primero en saber que están esperando a Luciana!
Me imagino mi vida con Luciana. Quiero ver sus ojos, cuidarla, protegerla, hacerla madridista, ser su tío favorito. Vivir muchas de sus primeras veces a su lado, ser su mejor amigo, confidente y, por supuesto, alcahuete.
Aún no la conozco y ya es la persona que más amo. Despierto por las mañanas y agradezco a Dios que me ha dejado vivir para conocerla, para poder mirarla el día de su nacimiento. Quiero sentir miedo al sostenerla en mis brazos pero al mismo tiempo sé la dicha que me provocará, será inigualable.
Luciana en camino: lesbianas y mamás
Además amo tu nombre, pequeña mía. Luciana en camino. Luciana la hija de mis lesbianas favoritas. Mi pequeña Luciana, mi pedacito de sol en la tierra. A quien abrazaré hasta el cansancio.
Quiero enseñarte toda la música de Taylor Swift, te voy a llevar a tu primer juego del Real Madrid y de las USWNT, si quieres puedes ser futbolista o pianista o médica o pintora. Tu tío Ál estará, estoy ahí siempre para ti. Y si sólo quieres vivir y gastarte la fortuna de tus madres está bien, haha.
También quiero decirte que te he escrito un par de poemas, Dios me de la dicha de leértelos, de ser el vínculo entre los libros y poemas y tú. Iremos a museos con tía Kiki, ella te enseñará porque el arte es lo más maravilloso en la tierra.
E iremos al mar, de hecho nacerás cerquita del mar. Verás que tu grandeza se asemeja a la del mar.
Te amo Luciana
Me imagino tus ojos, he pensado que serán muy azules como los de tu abuela Claudia, pero también pienso en los ojos color miel de mamá Cons y en las cejas de mamá Bárbara. ¿Cómo será tu cara?, ¿sonreirás mucho cuando leas esto?, ¿a los cuántos años aprenderás a leer?
¿Y tu cabello? Rizado casi seguro. ¿Y tu sonrisa?, ¿serán muy estruendosas tus carcajadas? Quiero estar el día que descubras tus manos y tus pies, me imagino todo con impaciencia.
¿Sabes? Vas a llegar a una familia que no conoce la vida sino repleta de amor. Eso sí, algunos, como yo, muy deschavetados y disociados. Pero, genuinamente te digo que todos te estamos esperando como el regalo más grande de nuestras vidas.
Tu familia consanguínea es espectacular, pero todos los añadidos también siempre seremos tu familia y te amamos con todas las fuerzas de nuestros corazones.
Cuento los días, mi niña. Ahora sé porque le dicen, “La dulce espera”, así está siendo.
Luciana: Te amo como hay estrellas en el firmamento. Te espero con fe, amor, alegría e incuantificable dicha.