El Parlamento italiano da luz verde a las uniones civiles del mismo sexo
La aprobación de la unión civil para las parejas del mismo sexo en Italia tiene nombre y apellidos. Por un lado, nos encontramos los principales opositores a la ley: la derecha italiana y la Iglesia Católica, que han puesto todo tipo de trabas humanas y divinas para que este cambio legislativo no saliese adelante. Por el otro, aparece Matteo Renzi que se ha sometido a una moción de confianza en la misma cámara con el fin de acelerar el procedimiento para sacar adelante la ley.
La ley ha sido aprobada con 372 votos a favor, 51 en contra y 99 abstenciones ha ido perdiendo fuerza con el paso de los meses. El proyecto inicial fue presentado por Mónica Cirinnà, senadora del PD, y contemplaba el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo y también el derecho de la pareja a adoptar el hijo natural de su compañero sentimental.
Finalmente, el texto que ha sido aprobado es similar al que ya aprobó el Senado el pasado 25 de febrero, un decreto que ignora a las familias homoparentales. La nueva ley prevé que las parejas homosexuales mayores de edad puedan unirse civilmente ante un alcalde u otro cargo estatal civil y dos testigos. Dicha unión quedará registrada en un ‘contrato’ que especificará, entre otros, el tipo de régimen patrimonial al que se acoge la pareja.
Este tipo de enlaces gozarán de los mismos derechos que los matrimonios, con la excepción de la obligación de fidelidad. Esto incluye, entre otros derechos, las asignaciones familiares, las bajas por paternidad, la reunificación familiar o la concesión de la ciudadanía italiana al miembro de la pareja que no lo sea.
A pesar de las multitudinarias manifestaciones que exigían una ley de unión civil que incluyese el derecho a la adopción homoparental, el Gobierno de Renzi ha tenido que ceder para sacar el texto adelante y llegar a su tramitación final.
La ley aprobada es exigua pero lo cierto es que ha conseguido saldar una deuda histórica con el colectivo LGTB del país. Esta unión civil saca a Italia de un atraso de décadas en materia de derechos civiles. Una ley que tiene múltiples defectos pero que supone un punto de inflexión en la política transalpina. Así lo resume el propio Renzi en su muro de Facebook:
Hoy es un día de fiesta para muchos. En estas horas decisivas tengo junto a mi corazón el pensamiento y el recuerdo de Alessia [Ballini, alcaldesa de San Piero a Sieve, luchadora por los derechos de los homosexuales, fallecida en 2011]. Y esto me basta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama. Lo hacemos poniendo la moción de confianza porque ya no se podía retrasar más después de años de intentos fallidos. Lo hacemos con humildad y valentía”.