España-Italia: un partido en el que perdió el colectivo LGTB

En el mundo del fútbol ocurren cosas que son difíciles de explicar. Hace unas semanas, el Comité de Competición de la Liga de Fútbol Española (LFP) decidía multar a un jugador del Jaén con dos mil euros por mostrar una camiseta en la que se podía leer ”ánimo pequeñines. #Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer Infantil”.

En el partido de ayer ocurrió algo similar. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) se había comprometido con diferentes asociaciones LGTB (Arcigay, Arcilesbica, Fundación Candido Cannavò) y con la página de apuestas Paddy Power –que se ha encargado de promover la lucha contra la homofobia en el fútbol en Inglaterra-. 

El entrenador del equipo, Cesare Prandelli, se mostró más que ilusionado con la iniciativa (en la rueda de prensa previa al partido celebrada en Roma portó los cordones en forma de pulsera), tanto, que llegó a indicar que él mismo sería el encargado de entregar los cordones a los jugadores y que:

Me encontré con un montón de disponibilidad dentro de la Federación en el apoyo a esta batalla. Los jugadores de la selección son libres de hacerlo o no, decidirán individualmente’.

Falta de valentía

Se podrían buscar eufemismos o realizar malabarismos con el lenguaje para tratar de disfrazar lo que sucedió en el partido entre España e Italia. Sin embargo, para ser justos con la realidad hay que tratar de utilizar los términos adecuados, y en este caso hay que decir que nos encontramos ante una alarmante falta de valentía por parte de los jugadores italianos.

Ni más, ni menos. La repercusión mediática estaba conseguida (el partido se retransmitía a un gran número de países), la opinión pública a favor, todo la campaña atada… Sin embargo, el último eslabón de la cadena –los jugadores de la selección transalpina- decidió mirar hacia otro lado, dejándonos con un amargo sabor de boca y con la agria sensación de que se ha desperdiciado una excepcional ocasión para meterle un gol histórico a la homofobia en el fútbol, ya que solo tres jugadores participaron en la campaña.

El caso de España es casi aún peor. Con lo sencillo que hubiese sido sumarse a una causa que ya estaba en marcha, la Real Federación Española de Fútbol decidió mantenerse al margen. Desde esta humilde redacción nos tratamos de poner en contacto con la RFEF para que nos diesen su versión…sin embargo, todavía estamos esperando respuesta.

A nivel local

De este modo, la campaña se queda a un nivel más local. La empresa de apuestas Paddy Power ha indicado que ha repartido cerca de 4.000 cordones a futbolistas, atletas, jugadores de baloncesto y de voleibol. También han sido entregados a las celebridades históricas y atletas olímpicos del país transalpino, acompañados siempre por el mismo mensaje: vamos a patear la homofobia.

Así pues, debemos evaluar en su justa medida, y reivindicar a las primeras figuras que han apoyado este proyecto. Davide Moscardelli (Bolonia), Daniele Dessena (Cagliari) y el resto de futbolistas que se ha sumado a este proyecto merecen un aplauso por recordarnos que la homofobia en el fútbol está en fuera de juego.

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