‘Skandalon’: lisergia, rock, desolación… e ídolos de barro

Cuentan las malas lenguas -y las crónicas oficiales- que durante su segunda visita a España, Kurt Cobain solo podía levantarse del sofá si escuchaba el sonido metálico del mechero prendiendo la heroína.

Los hechos terminaron confirmando los rumores: apenas dos semanas después sobrevivía de casualidad a una sobredosis en Roma…y varios meses después se volaba la cabeza con una escopeta tras un ingente consumo de drogas.

Un icono generacional reducido a yonki con chándal de táctel. Y no es el único. El mundo de la música tiene sus propios mártires: Joplin, Morrison, Jimmy Hendrix, Amy Winehouse… la lista de artistas que decidieron arder antes que apagarse lentamente es casi interminable.

El club de los malditos

Tazane (¿Satán?), el protagonista absoluto de ‘Skandalon’, pertenece al género de los malditos. De aquellos que han creado tanta belleza que es imposible que queden impunes ante el mundo.

El Tazane que se nos presenta es un personaje cercano a la ciclotimia. Es un personaje que mezcla episodios depresivos e hipomaníacos. Sobre el escenario se transforma, se convierte en un animal furioso, pero cuando no está sobre las tablas se convierte en un personaje que permanece totalmente aislado del resto del mundo.

Como si se tratase de un Dr. Jekyll en su versión musical, Tazane nos muestra los rincones más oscuros de nuestra conciencia.

Preservando su status de megaestrella musical, se empeña en derribar convencionalismos sociales, saltar estereotipos y plantear un buen número de preguntas incómodas.

El propio protagonista no se libra de los clichés. Tazane es el prototipo de estrella: arrogante, egocéntrico, violento, excéntrico, perturbado… Vamos, el modelo ideal para una cultura de masas que se empeña en tropezarse en la misma piedra una y otra vez.

Delicadeza narrativa

Al igual que en su anterior trabajo, en ‘Skandalon’ el peso narrativo recae en el dibujo. Las trabajadísimas viñetas de Julie Maroh se convierten en pequeñas historias. Los personajes que orbitan sobre la figura de Tazane destacan por su expresividad.

Sorpresas mayúsculas, indignación, rabia, ira… Maroh consigue plasmar de una manera más que adecuada el escándalo que rodea a la figura de Tazane. Sin embargo, la expresividad exacerbada del entorno, contrasta con la pose pétrea de sy protagonista. Una pose que casi es creíble, pero que se desmonta al ver que sus ojos contienen toda la soledad del mundo.

Si en su anterior obra la viñetas se inundaban de tonos marinos, ‘Skandalon’ se basa en una paleta de colores rabiosa, con el rojo como elemento predominante. Los rostros (en especial el de Tazane) tienen rasgos angulosos que recuerdan a las máscaras africanas, mientras que los paisajes (con la especial diferencia entre la panorámica de París y de Nueva York) se convierten en algo simbólico, como un modo de expresar sentimientos.

‘Skandalon’ confirma que Julie Maroh no es una artista de una sola obra. Quizás menos poética que ‘Azul es un color cálido’ pero mucho más madura, este cómic nos ofrece distintos niveles de lectura y una historia que nos obliga a mirar hacia nuestro interior… ahí es nada.

‘Skandalon’

Editorial: Dibbuks.

Colección: Emociónate

Guión: Julie Maroh.

Dibujo: Julie Maroh.

Precio: 18 euros.

Formato: Cartoné. 156 páginas

ISBN: 978-84-15850-50-2

A la venta en: Dibbuks, Amazon -en francés, inglés y versión Kindle-.

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