‘El profeta loco’: Jesucristo, el mejor producto de merchandising de la historia

Ficha técnica

‘El profeta loco’

El profeta: Eduardo Velasco

Idea Original y Dirección: Eduardo Velasco

Autor: Paco Bernal / Eduardo Velasco

Dirección de Arte: Rocío Bonilla

Caracterización y maquillaje: Katy Navarro

¿Dónde?: Teatro Galileo

¿Cuándo?: Del 11 al 20 de abril de 2014. Miércoles a sábados 23:30h. y domingos 22:00 horas.

Una producción de AVANTI TEATRO S.L

¿De qué va?

Dentro de su siempre sugerente oferta teatral, el grupo SMedia acaba de estrenar en Madrid un monólogo tragicómico profundo, radical, anticlerical y que no dejará indiferente a nadie: ‘El profeta loco’.

Entramos en el Teatro Galileo y lo primero que nos llama la atención es que todos los elementos que nos encontramos nos recuerdan a una iglesia. El olor a incienso impregna el ambiente, en el escenario podemos ver una iglesia soñada por Pirandello: un altar formado por cajas de refrescos, una pila bautismal que recuerda a Bertold Bretch, y un Jesucristo ataviado con todos sus extras (paño, peluca y corona de espinas incluidos) y que se dispone a bajar de la cruz…

Así arranca la obra que durante ochenta minutos se sumerge en la figura de Jesucristo y de cómo esta ha sido deformada a lo largo de los siglos por la pérfida mano de la iglesia católica. En efecto, ‘El profeta loco’ nos dibuja a un profeta que tras una larga y dura jornada desciende de la cruz para escapar del circo mediático protagonizado por las altas instancias de la iglesia en su nombre.

Al contrario que en recién estrenada ‘Noé’ de Darren Aronofsky donde se nos dibuja a un personaje bíblico al que solo le falta la capa y los rayos x, esta obra despoja a Jesucristo de todo su carácter sagrado para acercarlo al espectador. Vemos a un ser humano cargado de dudas, invadido por la frustración, un hombre que ha llegado al límite emocional y físico y que se opone de manera frontal, e incluso violenta, al actual discurso de la iglesia.

Profeta por la cara…y la cruz

De algún modo, el texto de ‘El profeta loco’ se encarga de realizar un viaje circular, un trayecto entre círculos concéntricos que van ganando en carga dramática para desembocar en un final de obra explosivo.

Una de las principales virtudes de la obra, es que se mueve igual de bien en dos planos totalmente opuestos: el del humor y el de la alta tragedia. La obra realiza una buena serie de cuestiones fundamentales que el protagonista (y el espectador) se encargan de responder: ¿Qué ha pasado con mi mensaje de paz y amor?, ¿Qué ha hecho la iglesia con la figura de su profeta?, ¿Cuál sería la posición de Jesús ante los horrores del mundo moderno?.

En este plano más profundo se pueden observar influencias de numerosas obras del teatro clásico. Los más de dos mil años que Jesucristo ha pasado en la cruz no solo han servido para infundir el miedo a millones de fieles y de este modo, nuestro protagonista lo mismo se descuelga recitando a Calderón de la Barca o Shakespeare, nos hace temblar de pasión haciéndose eco de los versos de Teresa de Jesús o nos hace reír con alguna ocurrencia firmada por Cervantes (‘Tienes que desconfiar del caballo por detrás de él; del toro, cuando estés de frente; y de los curas, por todos lados’).

Lo cierto es que la obra también guarda un pequeño espacio para la risa. El personaje de Jesucristo utiliza la ironía para sobrevivir a su infierno diario en vida. Se ríe de sí mismo, pero también de la iglesia, de la Semana Santa (afirmando que el mismo es el que se encarga de rezar todas los años para que en estas fechas diluvie sin parar) y de todos los estamentos que el catolicismo se ha encargado de elevar al terreno de lo sagrado.

El papel de la mujer en la iglesia también tiene un importante papel en la obra. Eduardo Velasco nos plantea la tesitura clásica entre la Virgen María y María Magdalena. Mientras la postura de la iglesia ha sido la de reivindicar la figura de la Virgen, el Jesús de ‘El profeta loco’ se encarga de realizar un homenaje a María Magdalena afirmando que la figura de esta última tendría que ser la voz femenina de la iglesia.

Eduardo Velasco está simplemente sublime. La cerrada ovación de más de cinco minutos con la que le despedimos en la función del viernes 11 de abril se convierte en algo insignificante si la comparamos con su labor a la hora de meterse en la piel de un personaje conocido por todxs pero que en esta ocasión nos muestra cosas nuevas.

La obra carga de manera directa y frontal contra los postulados de la iglesia. Nos dibuja a un profeta hundido entre los preceptos de una empresa que ha manipulado sus teorías. Dentro de la crítica global que emana de la obra, podemos ver un rayo de esperanza….ante la irracional apisonadora de sueños que es la iglesia, todavía se puede tener fe. Una fe distinta, relativa y enfocada al ser humano.

Sabías que…

  1. Hay que darse prisa para comprar las entradas, puesto que la obra se representará en Madrid durante muy poco tiempo. De hecho, el próximo 20 de abril desaparecerá de la cartelera de la capital.
  2. Eduardo Velasco es todo un clásico de nuestra actuación. Nacido en 1968, este actor catalán ha intervenido en proyectos teatrales, televisivos y cinematográficos. La fama entre el gran público le llegó gracias a un papel en ‘El Internado’.
  3. El propio actor ha sido uno de los fundadores de la compañía ‘Avanti Teatro’ que se encarga de la producción de esta obra.

‘El profeta loco’– Tráiler

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