‘Ficha técnica’
’52 tuesdays’
Duración: 107 minutos
Nacionalidad: Australiana
Dirección: Sophie Hyde
Guión: Matthew Cormac, Sophie Hyde
Música: Benjamin Speed
Fotografía: Bryan Mason
Reparto: Tilda Cobham-Hervey, Del Herbert-Jane, Beau Travis Williams, Imogen Archer, Mario Spate, Sam Althuizen, Danica Moors
Calificación: 7,25 / 10
Distribuidora en España: Cine Binario
¿De qué va?
Sophie Hyde debuta en el mundo de la dirección con una historia rica, íntima e inusual. De algún modo, podríamos decir que nos encontramos con una especie de ‘Boyhood’ (espíritu indie, técnicas de rodaje, interpretaciones…) pero en clave LGTB.
¿Qué ocurriría si en plena adolescencia tu madre te indica que va a someterse a un cambio de sexo? ’52 martes’ nos plantea esta tesitura. Un complejo viaje transgénero en el que Billie y James se embarcan junto al espectador para descubrir la verdadera esencia de la identidad.
El original planteamiento de Richard Linklater para ‘Boyhood’ (39 días de rodaje repartidos en 12 años, para formar la producción más larga de la historia) se puede trasladar al debut de Sophie Hyde.
La australiana ha difuminado el tiempo real con el tempus cinematográfico y al igual que ocurre en la historia, la cinta solo se rodó durante los 52 martes que componen un año. El filme cuenta con actores no profesionales y con un guión orgánico: escrito por Sophie Hyde y Matthew Cormack fue cambiando según avanzaba el rodaje y los intérpretes desconocían el destino final de sus personajes.
¿Independencia sexual?
’52 martes’ gravita sobre el mismo universo que ‘Transpapa’ y ‘Laurence Anyways’, sin embargo Sophie Hyde encuentra soluciones diferentes (temáticas y estéticas) para tejer su historia que las que mostraron en su momento Sarah Judith Mettke y Xavier Dolan.
La cinta no es extremadamente brillante en cuanto a formas y técnicas cinematográficas, pero transmite una veracidad que se instala en el corazón, como el dolor de alguien a quien quieres.
La joven Billie (Tilda Cobham-Hervey) y su madre (Del Herbert-Jane) comienzan un viaje de aprendizaje y transformación. Un trayecto en el que la confusión y la crisis ejercen de guías, de elementos liberadores para que nuestras protagonistas terminen componiendo su propio mundo.
52 martes, 52 encuentros, 52 postales… encuentros que, al igual que la vida, dejan lágrimas y sonrisas. Además de la desigual relación con su madre, Billie protagoniza otra subtrama dentro de la película. A sus 16 años, la joven se dedica a experimentar (en todos los sentidos) junto a Jasmine (Imogen Archer) y Josh (Sam Althuizen): dos jóvenes que no entienden de prejuicios a la hora de probar con la sexualidad.
Las actuaciones transpiran emoción. Tilda Cobham-Hervey transmite espontaneidad y frescura (no es de extrañar siendo su primera película y teniendo 19 años) a la hora de meterse en la piel de una adolescente desorientada (como si hubiese otro tipo de adolescencia).
Más curioso resulta el caso de Del Herbert-Jane. El actor que se mete en la piel de James fue contratado como asesor de la película puesto que se ha sometido a un proceso de cambio de sexo en la vida real y finalmente se convirtió en uno de los principales protagonistas de la historia.
’52 martes’ se convierte en bastante más que un drama LGTB. La historia termina incluyendo numerosas subtramas argumentales (descubrimiento sexual, choque intergeneracional…) que contribuyen a crear esta insólita historia materno-filial con ingredientes intersexuales. A través de una historia que prefiere mostrar a insinuar nos encontramos con dos personajes que son tan independientes como frágiles.
Una cinta que enfoca el tema de la transexualidad de una manera absolutamente desacomplejada. Una trama que nos propone un original retrato en el que se funden el amor, la identidad, el deseo y la sexualidad. Un filme narrado a flor de piel y que consigue encoger el corazón del espectador con un mensaje impregnado de sensibilidad y lirismo.