‘The Propaganda Game’: el gran líder nos vigila

FICHA TÉCNICA

Título original: ‘The Propaganda Game’

Duración: 97 minutos

Nacionalidad: Española

Dirección: Álvaro Longoria

Guión: Álvaro Longoria

Fotografía: Diego Dussuel

Reparto: Género documental

Calificación: 6,5 / 10

¿De qué va?

La aventura cinematográfica de Álvaro Longoria en ‘The Propaganda Game’ es similar a la que nos traza Juan Mayorga en ‘Camino del cielo (Himmelweg)’, la obra teatral que vio la luz en el año 2003 y que le sirvió a este autor para conseguir el Premio Enrique Llovet. 

El texto se inspira en un suceso real ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial: unos delegados de la Cruz Roja visitan un campo de concentración de la Alemania nazi y son engañados mediante un juego teatral por el comandante que lo dirige. 

El comandante les hace creer que allí no ocurre nada grave. Para ello disfraza el lugar para la ocasión y monta una ciudad de papel cuyos habitantes -en realidad prisioneros del campo-, se ven obligados a interpretar distintos personajes y situaciones para poder sobrevivir. 

Aunque ‘The Propaganda Game’ se desarrolla a miles de kilómetros de distancia y unas cuantas décadas más tarde, se podría decir que de algún modo nos encontramos con el mismo paisaje. ¿Ficción, montaje, realidad? A lo largo de los noventa minutos de esta cinta, el director español trata de desenmarañar un nudo gorgiano que en el que intervienen los principales actores del tablero político internacional.

Saludos al líder

Y Corea del Norte se muestra ante la cámara. A su manera, claro. En un país en el que hacer una llamada al exterior te puede enviar a la cárcel, las preguntas tan sencillas como un ”¿Me podría enseñar la nevera?” se convierten en un desafío al sistema.

Como si fuesen Guy Delisle, Longoria y su cámara se dedican a deambular (casi se podría decir vagabundear) por el país liderado por Kim Jong Un. A lo largo de estos paseos diarios se nos muestra el ambiente orwelliano en el que viven los habitantes de Corea del Norte.

Vivienda, sanidad y educación gratuitas. Claro que uno no puede decidir donde quiere vivir, los hospitales son a coste cero pero carecen de medicamentos y el sistema educativo se convierte en un medio propagandístico construido a base de falsos mitos. 

Longoria se muestra lo más objetivo posible y afirma que en el juego de la propaganda en el que Corea del Norte se muestra como una verdadera potencia también participan los países occidentales, que tampoco salen bien parados en la cinta.

Se echa en falta que la cinta nos descubra más cosas, sin embargo no es fácil obtener información en el país más cerrado del planeta. ‘The Propaganda Game’ trata de no caer en simples maniqueísmos que dividen el mundo entre buenos y malos. La cinta también trata de resolver un enigma político-social que va camino de ser irresoluble. Pero sobre todo, la película de Longoria nos demuestra que Orwell y su ‘1984’ se quedaron cortos.

Vídeo: Tráiler de ‘The Propaganda Game’

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