FICHA TÉCNICA
Título original: ‘Mustang’
Duración: 97 minutos
Nacionalidad: Francesa
Dirección: Deniz Gamze Ergüven
Guión: Deniz Gamze Ergüven, Alice Winocour
Fotografía: David Chizallet, Ersin Gok
Música: Warren Ellis
Reparto: Erol Afsin, Ilayda Akdogan, Doga Zeynep Doguslu, Elit Iscan, Ayberk Pekcan, Günes Sensoy, Tugba Sunguroglu
Calificación: 7/ 10
¿De qué va?
El estreno en España de ‘Mustang’ ha coincidido en el tiempo con la celebración del Día Internacional de la Mujer. Una casualidad aterradoramente bella puesto que la cinta rodada por Deniz Gamze Ergüven y las reivindicaciones de esta jornada están manchadas con la sangre del heteropatriarcado.
Y es que la historia que nos plantea la directora turca se repite con demasiada asiduidad y en demasiados lugares de la tierra: haber nacido mujer en lugares en los que tal condición equivale a una condena.
La cinta nos lleva hasta un pequeño pueblo al norte de Turquía. Una región tan remota, con tanto peso del fundamentalismo religioso y con una presencia tan asfixiante del yugo masculino, que nos muestra que no todas las partes del planeta viven en el siglo XXI.
Cinco hermanas huérfanas, cuidadas por una abuela y un tío que sólo saben transmitir conceptos anquilosados, comienzan su despertar sexual en un verano iluminado por innumerables tardes de cálido sol.
La cosa comienza como un simple juego; risas en un jardín paradisíaco, miradas de soslayo entre las ventanas, roces inocentes que inflaman la piel. Sin embargo, la tradicional familia de las jóvenes decide no encerrarlas en casa para intentar detener su crecimiento y para prepararlas para que sean buenas esposas. El deseo y la frustración se enfrentan… y el drama se convierte en una tragedia abierta.
También hay esperanza
La ópera prima de Deniz Gamze Ergüven se esfuerza en mostrar sus influencias. La estética recuerda tanto a la de ‘Las vírgenes suicidas’ que ocho de cada diez críticos han hecho referencia a la película en su titular. Mientras que la historia tiene ciertos elementos que recuerdan al drama en femenino de ‘Orgullo y prejuicio’, al confinamiento como método de protección firmado por Arturo Ripstein en El castillo de la pureza’ y a la tragedia inevitable como modo de liberación que se muestra en ‘La casa de Bernarda Alba’.
Al igual que el cine de los hermanos Dardenne, ‘Mustang’ es una película social, necesaria, con un claro contenido político. Sin embargo, el resultado final no resulta tan enriquecedor. Las historias de los belgas están llenas de matices, de situaciones que hacen pensar y dudar al espectador, mientras que la cinta de la directora turca tiende a la unidireccionalidad, a cierto maniqueísmo que no admite alternativas.
‘Mustang’ carga con fuerza contra la sinrazón de las tradiciones que se imponen a martillazos. La directora refleja con sumo acierto la profunda división instalada en la sociedad turca entre tradición y futuro y de la inutilidad de encerrar lo incierto. Sin embargo, Deniz Ergüyen no nos ofrece una solución original a la tragedia y prefiere apoyarse en paisajes demasiado comunes para su resolución.
La directora consigue rebajar el tono trágico con recurrentes píldoras cómicas. La fotografía, sensual y vibrante como las protagonistas, ayuda a captar esos instantes únicos de la adolescencia en los que descubrimos que la vida es amargura y notamos como el cuerpo se rompe por dentro.
Puede que las protagonistas de ‘Mustang’ se diluyan entre el mensaje de la cinta. Ahora bien, las sensaciones permanecen. La vivacidad y la frescura nunca ceden y resultan irresistibles. Elementos que crecen con el metraje y que terminan convirtiéndose en el complemento ideal de esta oda a la libertad en clave femenina.