Uganda, India, Venezuela, Kirguistán, China, Filipinas… El activismo LGTB es necesario en todos los lugares del mundo, pero en las regiones en las que se respira odio hacia la comunidad este activismo se convierte en obligatorio.
La reunión anual del Banco Mundial que se celebra en Washington ha contado este año con numerosos activistas llegados desde todos los lugares del planeta. El objetivo de estas reuniones es animar a la entidad internacional para que potencie nuevas líneas de apoyo para la comunidad LGTB.
Si bien la entidad ha tomado algunas medidas positivas y ha aumentado su enfoque en la comunidades en los últimos años, los activistas argumentan que las políticas proyecto de salvaguarda del Banco aún no son suficientes para proteger los derechos humanos de las personas LGBT afectadas por los proyectos del Banco.
Una visita productiva
Los activistas LGBT que han protagonizado esta visita se hicieron eco de esos mensajes, reuniones con varios funcionarios del Banco para hacer el caso, y, junto con el Comité de Derechos Humanos y el BIC, subieron al Capitolio para reunirse con legisladores clave de Estados Unidos que supervisan el trabajo del Banco Mundial.
A la salida de la reunión, los interlocutores de la comunidad se mostraban más que satisfechos y se animaron a charlar con los medios de comunicación. Tamara Adrián, abogada y activista LGBTI de Venezuela que se unió a las reuniones, resumió el sentir general:
Tuvimos un gran intercambio con ellos en cuanto a su papel en la promoción de mejores salvaguardias para las personas LGBTI, uno de los grupos más vulnerables en todo el mundo. Los prejuicios nos llevan a la exclusión, la segregación y la negación de la igualdad de derechos, y por eso estamos tan felices de ver este nivel de participación y compromiso en este Congreso de EEUU’.
La reunión se ha saldado con resultados tangibles. Se espera que el Banco lance un proyecto actualizando sus políticas de salvaguardia de este verano. Un buen paso para empezar a andar un camino guiado por activistas LGTB y cuyo destino es la igualdad.