Tokelau: el fin del mundo. Si usted busca en el mapa, literal el archipiélago se encuentra en los confines del mundo en el continente de Oceanía.
Cuando planteamos la idea de ir a un sitio tan lejano pero que sonaba completamente alucinante poder conocerlo, la primera pregunta fue cómo llegar y cómo le haríamos.
Tokelau consta de tres atolones llamados Atafu, Nukunonu y Fakaofo. Pero si ya íbamos a estar en Sídney no era tan desalmada la idea de ir a “Toke”, como algunos de sus habitantes le llaman. Nuestra travel planner nos ayudó a ir dándole visibilidad al sueño.
Pero, ¿dónde está Tokelau?
Mis 5 mejores amigas y amigos y yo queríamos hacer un viaje épico, inolvidable, que abarcara vivencias únicas y quizá irrepetibles. Entonces el plan de visitar lugares lejanos y no tan turísticos fue una de las primeras premisas en las que coincidimos.
Alguno de mis amigos, JD, su madre con su novio hace unos 5 años conocieron Tokelau, por eso sabíamos de su existencia. La descripción del lugar sonaba maravillosa y majestuosa.
Tokelau ni siquiera es un territorio dependiente e Nueva Zelanda, las Naciones Unidas (ONU) lo tiene catalogado como uno de los 17 territorios autónomos en el planeta. Y es que literal está en medio de la nada, bueno, es incorrecta mi apreciación: está rodeado del océano.
Se encuentra en el territorio polinesio de Nueva Zelanda. Impresionante sitio.
Tokelau: el fin del mundo
—¿Y por qué irán tan lejos, hijo? Al fin madre.
—Pues porque queremos conocer lugares que sean únicos, majestuosos, impresionantes. Le dije a mi madre.
Volamos de Seúl a Sídney y de ahí el barco a Tokelou.
Queríamos nadar en medio del mar, literal en donde el mar es el misterio más sagrado porque no existe el principio ni fin, sin embargo lo majestuoso e imponente que resulta estar en medio de la nada donde además toda la energía de la isla la proveen por el sol. ¿Internet?
¿Para qué querríamos internet si el lugar es único? No hay necesidad, no tuvimos esa inquietud y mucho menos cometer el error. La fauna, la comida, los tokelauenses son excepcionales porque cómo vamos a conocer su pueblo, por qué quisiéramos conocer su isla, a quién o quiénes se les ocurrió visitarlos
Pues estuvimos algunos días: Alejados de todo y en la absoluta nada.
Más allá de la imperiosa necesidad —personal—de conocer lo que me dicen que es prohibido, de visitar sitios improbables, de enamorarme de lo que está lleno de adversidad e improbables, pues ese soy yo.
¿Qué hicimos en Tokelau?
Nadar, meditar, conocer, hablar con personas genuinas que tienen una vida completamente diferente a la nuestra, a la mía. Caminamos, recorrimos sus caminos que son vecinos de fauna enigmática como el borrego negro o el charrán blanco. Además de una variedad de aves que ni siquiera sabía que existían.
Los bosques tropicales son el territorio ideal para hexápodos, arañas, alacranes. Obviamente muchos peces y en sí un mundo de fauna marina que hacen indescriptible el lugar.
Comimos pescado crudo, no tipo ceviche pero similar, es decir no es cocinado con limón o cítricos. Es hecho de langostinos y cangrejos con verduras como camote o papa. También comimos pescado tipo sashimi o carpaccio, finas laminas de pescado con un poco de albahaca y especias.
El hotel es básico pero muy acogedor. Limpio, muy pulcro. Hay muchos anuncios que “por favor genere la menor basura posible”. Hablan tokelauno e inglés, pero en sí y como he visto en muchas partes del mundo, el idioma es un simple trámite.
Algunos links que consulté previo a viajar a Tokelau: el fin del mundo:
- Info valiosa de Tokelau
- Todas las energías son renovables.
- Recomendaciones del gobierno de Canadá para viajar hasta allá.
- Según hellomondo esto hay que conocer antes.