La persecución del colectivo LGTB en no pocos lugares del mundo motiva, como muchas otros casos de miseria y violencia, la migración de personas a otros países que, percibidos desde el exterior, son mucho más respetuosos con la diversidad étnica, sexual, etaria, etc..
No obstante, a su llegada al ”soñado oasis de libertad” -ya sea por cauces normalizados o clandestinos- muchas de estas personas han de enfrentarse a nuevas discriminaciones y trabas en el desarrollo de sus derechos y libertades, con el agravante de su desarraigo y la siempre presente espada de Damocles de la deportación sobre sus cabezas.
Par esta razón, según recoge el WASHINTON BLADE, un grupo de inmigrantes LGBT se reunieron frente a la Casa Blanca para protestar contra las políticas de inmigración del Gobierno federal, tras concerse que el presidente Obama no llevará a cabo la reforma migratoria hasta después de las elecciones.
Solicitan un cambio de caracter ”urgente”
Los manifestantes, que no superaban las dos docenas, mostraban camisetas con el mensaje ‘La inmigración es un asunto LGTBQ’ para motivar la cohexión entre todos los integrantes de ambos colectivos en la petición de un cambio urgente en esta materia.
Los manifestantes apuntaren que entre los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos se estima que hay 267.000 personas LGBT. Debido a la falta de acción de Obama, afirmaron que en torno a 70.000 inmigrantes más serán deportados del país antes de la celebración de las elecciones.
Desde la Casa Blanca han manifestado que aunque los planes del presidente Obama para abordar esta cuestión antes de fin de año no han cambiado, no se va a hacer ningún movimiento en el corto plazo, añadiendo que este asunto es muy dado a crear ‘gran distorsión y partidismo’.
No obstante, las voces críticas apuntan a que el Ejecutivo de Barack Obama no quiere posicionarse antes de las elecciones con un asunto que puede restarle un buen número de apoyos de cara a su reelección.