FELGTB ha comunicado a través de una nota de prensa su satisfacción al conocer que el Gobierno reanuda la filiación de los hijos e hijas de españoles nacidos por gestación subrogada en el extranjero.
Tal y como explican, para la Federación es una buena noticia que se aborde al fin el limbo jurídico en el que se encontraban dichas familias, apuntando que el Ministerio de Justicia debe asegurar que estas tengan acceso a las mismas prestaciones y derechos.
Por otra parte, FELGTB lamenta que el cambio de la normativa haya sido empujado por la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo -que ha obligado a Francia a filiar a menores nacidos por gestación subrogada en el extranjero- y no por convencimiento de la defensa de la igualdad del Gobierno de España.
Una celebración con reservas
Por ello, la federación reclama al ministerio de Justicia que acabe ya con la imposición del matrimonio a las mujeres que quieren ser madres en pareja. Ahora mismo para filiar a un bebé con dos madres, es necesario que estas estén previamente casadas, lo que supone una discriminación con respecto a las parejas de distinto sexo, cuyo estado civil es indiferente para formar una familia.
Ya en febrero de 2013 el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se comprometió en una reunión mantenida con la FELGTB a buscar una solución a este tema, sin que en más de un año haya habido novedades.
Sisi Cáceres, coordinadora del Área de Familias de la Federación, ha afirmado:
La diversidad familiar debe ser acogida en igualdad en nuestro ordenamiento jurídico y aún nos quedan flecos pendientes para alcanzar la igualdad. Es urgente que el Ministro de Justicia dé prioridad a nuestras familias y garantice a nuestros hijos e hijas un desarrollo libre de discriminación y estigma.”
Por su parte, Boti G. Rodrigo, ha recordado:
Mientras se piensa en imponer la maternidad a algunas mujeres que no desean ser madres recortando su derecho a decidir sobre su cuerpo, se complican las formas de formar familias para el colectivo de la diversidad sexual y de género. No cumplimos con el patrón de familia tradicional, ni falta que nos hace, pero nuestros hijos e hijas tienen derecho a estar protegidos y felices en igualdad”.