El Foro Español de la Familia muestra su cara más retrógrada contra el colectivo LGTB
‘Como las leyes los ciudadanos particulares no podemos recurrirlas, vamos a pedir al presidente del Gobierno y al Defensor del Pueblo, que son los que están legitimados para recurrir al Tribunal Constitucional estas leyes, que hagan ese recurso.’
Con esta clara y reveladora expresión el Foro Español de la Familia pretende que las instituciones respalden su ‘derecho a discriminar’ al colectivo LGTBI, y que las leyes específicas para la integración y protección del colectivo aprobadas en Galicia y cataluña ‘amenazan la libertad de pensamiento, de expresión, ideológica, religiosa, educativa, de las empresas, los profesionales sanitarios y los medios de comunicación’.
Así lo ha comunicado el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, que ha calificado estas leyes como ‘un grave atentado a los derechos fundamentales básicos’. A su juicio, bajo estas normas se oculta ‘un intento de imponer en todos los ámbitos de la sociedad civil, privada y pública, la ideología de género y un pensamiento único sobre las conductas y la sexualidad’.
No tienen nada en contra, PERO…
Además, ha señalado que, por la información que tienen, prevén que una ley similar se va a presentar ‘en poco tiempo’ en los 17 parlamentos autonómicos. De hecho, ya hay un texto en Extremadura, otro en Valencia y uno más centrado en la transexualidad en Andalucía, según ha precisado Blanco.
El presidente del Foro de la Familia ha asegurado que ellos también están a favor de no discriminar a nadie, ‘ni a los homosexuales, ni a los transexuales’ pero lo que no quieren es que se ‘imponga una forma de pensar sobre la sexualidad’.
Sin embargo, el discurso de Benigno Blanco -como todos los discursos ultras- está repleto de contradicciones. Y es que hay que estar en una posición extrema (además de trasnochada) para afirmar que unas leyes que tratan de conseguir la Igualdad de Trato y la no discriminación del colectivo LGTB supongan un grave atentado a los derechos fundamentales básicos.
El Foro de la Familia parece no darse cuenta de que España es un país aconfesional (menos de lo que quisieramos con el gobierno del PP, todo sea dicho) y por lo tanto ninguna religión tiene carácter estatal. Las palabras del presidente de la asociación están cegadas por el fulgor del ultracatolicismo, facción que se empeña en no establecer una clara diferencia entre el estado y la iglesia.
Así, cuando afirma que desde el estado se intenta imponer un pensamiento único sobre la sexualidad, lo que se viene a decir es que el Foro de la Familia no cree en la igualdad de derechos entre las parejas heterosexuales y las del mismo sexo; así de simple.
El discurso de Benigno Blanco está peligrosamente cargado de eufemismos, para intentar darle algún tipo de solidez. Sin embargo, si uno consigue soltar los alfileres que lo sustentan, queda la triste realidad: una asociación reaccionaria, anácrónica, beligerante contra el colectivo LGTB, antiabortista, antifeminista, y que mantiene un discurso en blanco y negro que cada vez menos gente escucha.