‘Theo y Hugo, París 5:59’: Amor al primer polvo

FICHA TÉCNICA

Título original: Théo et Hugo dans le même bateau

Duración: 97 minutos

Nacionalidad: Francesa

Dirección: Olivier Ducastel, Jacques Martineau

Guión: Olivier Ducastel, Jacques Martineau

Fotografía: Dominique Colin

Música: Jean-Benoît Dunckel

Reparto: Geoffrey Couët, François Nambot, Georges Daaboul, Mario Fanfani, Elodie Adler,Bastien Gabriel, Claire Deschamps, Miguel Ferreira, Arthur Dumas, Jeffry Kaplow,Éric Dehak, Marief Guittier, Patrick Joseph

Calificación: 7,5 / 10

¿De qué va?

¿Cómo surge la chispa del amor? El nuevo proyecto cinematográfico de Olivier Ducastel y Jacques Martineau se encarga de responder a esta pregunta de la manera más lúbrica posible. 

‘Theo y Hugo, París 5:59’ arranca en un cuarto oscuro de un local gay. La cinta, que está narrada en tiempo real, nos presenta una orgía de cuerpos que se besan, acarician y estremecen al ritmo de los beats electrónicos que retumban en el local.

El azul y el rojo neón tiñe la escena de sentimientos eléctricos mientras la cámara de Ducastel y Martineau se mueve con un ritmo grácil, como si quisiese captar cada mirada lasciva, cada gota de sudor que recorre los cuerpos de unos hombres empeñados en elevar el espíritu con la práctica del sexo. 

Felaciones, penetraciones… la cámara no se muestra tímida y ofrece numerosos primeros planos de sexo explícito, de un sexo con sabor a desenfreno y lubricante.

Entre esta orgía de cuerpos se cruzan dos miradas y el mundo se detiene. Surge el amor. Un flechazo pasional que agarra el corazón de Theo (Geoffrey Couët) y Hugo (François Nambot) que se elevan sobre los demás. Sus besos saben diferente, sus ojos bucean en la otra mirada y su sexo encuentra la paz embriagándose en deseo.

Más allá de la furia del deseo y la emoción de ese primer momento, los dos jóvenes, sobrios ya en las calles vacías de vida del París nocturno, se enfrentan a su amor en ciernes.

Vidas cruzadas

Ducastel y Martineau consiguen trazar una historia de amor con poderosas metáforas visuales, imágenes que recuerdan por su potencia a ‘El lado oscuro del corazón’ de Eliseo Subiela.

La película se mueve a dos velocidades. Los primeros veinte minutos son un frenesí de pasión mientras que el viaje que realizan Theo y Hugo para conocerse y autoexplorarse se muestra de una manera mucho más sosegada.   

Las horas se convierten en un aliadas de los dos amantes. La noche parisina abre los brazos para mecer el incipiente romance que ilumina la mirada de los dos jóvenes. Al igual que ‘Cleo de 5 a 7’, de la que tantas influencias recibe, Ducastel y Martineau se recrea, como un cuento de Borges, en el sentido circular del tiempo. 

La química de Geoffrey Couët y François Nambot es tan potente que consigue saltar de la pantalla para instalarse en las retinas del espectador. Dos interpretaciones sutiles y veraces que se elevan sobre la noche para crecer, a veces con dudas, a veces con decisión, como el amor que habita en ellos.

‘Theo y Hugo, París 5:59’ es una fábula contemporánea sobre la naturaleza anárquica del amor. Una historia en la que, al igual que en un relato de Raymond Carver, el final es sólo el principio.

Vídeo: ‘Theo y Hugo, París 5:59’ – Tráiler

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