Luc Besson lleva más de diez años dándole vueltas a un cuestión puramente científica: ¿Qué pasaría si el hombre pudiera usar más del 10% de su capacidad cerebral? ¿Tendría más poder y control sobre sí mismo… y sobre los demás?
A partir de estas premisas el llamado Spielberg francés construye su neuro-ficción, un thriller donde la protagonista alcanza el máximo de las potencialidades de su cerebro tras la ingesta de una nueva droga experimental.
Scarlett+Lucy
Scarlett Johansson es un icono. Nos da igual si sabe entrar o no en el personaje y si se expresa como si estuviese desgranando un rosario porqué lo que nos vale es su porte, su saber estar en la película. Y a Luc Besson no le hizo falta hacer casting para saber si la consagrada musa rubia de Hollywood se podía convertir o no en otra cautivadora Nikita.
Gracias a su estética devastadora Johansson, como Anne Parrillaud (Nikita, 1990) y Milla Jokovich (El quinto elemento, 1997), consigue atraer e hipnotizar al espectador durante la entera duración de la película con la ayuda de un ritmo de narración adrenalínico. Y, aunque a un ojo distraído parezca justo lo contrario, las manos hábiles de Besson adquieren un papel central: plano tras plano el director y realizador francés traza en pantalla una anatomía semidivina hasta crear una nueva y memorable heroína.
¿De qué va?
Igual que la mítica ‘Mujer Biónica’ interpretada por Linday Wagner, también nuestra Lucy se encuentra accidentalmente dotada de unos poderes excepcionales que le permiten acceder a un porcentaje superior de su inteligencia hasta llegar al 100%. Estamos en Taipei y Lucy se despierta con el abdomen cosido y lleno de un nuevo alucinógeno ideado por un cártel del narco coreano. Se convierte así en una ”mula” encargada de transportar el cristal a Europa cuando la bolsa se rompe y su contenido comienza a circular por su organismo.
La sustancia le permite adquirir poderes extraordinarios: una increíble fuerza física, capacidades telequinésicas e intelectivas. Debido a un control superior de su capacidad cerebral Lucy (mismo nombre que la primera mujer hallada por los arqueólogos) lucha contra el tiempo- única unidad de medida del mundo posible- para vengarse y encontrar su camino de salvación.
Entre tiroteos, persecuciones y mil enemigos, Lucy consigue encontrar a un profesor especialista en neurociencias antes de que su cuerpo deje de aguantar tanta fuerza. Morgan Freeman y su equipo de expertos asisten estupefactos al organismo cambiante de Lucy, una mente que controla a las demás pero que es incapaz de empatizar.
Lo mejor…
El trabajo inicial de Besson es increíble: consigue transformar una chica cualquiera en una mujer con superpoderes en solo 15 minutos con un efecto rítmico de 0 a 100. Efectos especiales extraordinarios, música adrenalínica y una cámara a total disposición de la protagonista son los ingredientes clave para elaborar un thriller de acción en toda regla y enganchar definitivamente al espectador.
Lo peor…
De repente el tejido narrativo tan conseguido en la primera parte deja de funcionar, carece de ideas nuevas como si se hubiese quemado muy pronto. De aquí en adelante solo podemos dejarnos sorprender por los efectos especiales de Philippe Hubin porqué el director, después de haber construido unas solidas premisas, se olvida de su desarollo y corre a toda prisa hacia el final.
Ficha técnica
Título: Lucy
Dirección: Luc Besson
Guionista: Luc Besson
Producción: Christopher Lambert y Luc Besson
País: Francia y Estados Unidos
Año: 2014
Duración: 90 min.
Género: Acción, Ciencia ficción
Reparto: Scarlett Johansson, Morgan Freeman,
Min-sik Choi, Analeigh Tipton y Amr Waked
Calificación: 7
Tráiler de ‘Lucy’:
Curiosidades…
- ‘Lucy’ será la encargada de inaugurar la edición número 67 del prestigioso Festival de Locarno.
- Esta superproducción costó alrededor de 40 milliones de dólares, gasto que ha consiguido amortiguar en solo tres días desde su estreno.