Los disturbios de Stonewall resultan fundamentales para entender el movimiento de la lucha por los derechos del colectivo LGTB. Las manifestaciones espontáneas y masivas que se produjeron en esta zona de Nueva York hace ya casi medio siglo son el punto de partida de todas las demandas que se han sucedido a lo largo de estas últimas décadas.
El incidente desencadenó un fenómeno tan capital que podría equipararse al acto de Rosa Parks de no ceder su puesto en el autobús a un blanco para el movimiento por los derechos de la minoría negra o al asesinato pretendidamente accidental del periodista chicano Rubén Salazar por parte de las autoridades norteamericanas para el proceso de concienciación del colectivo latino.
Si hace unas semanas anunciábamos que la historia de estos disturbios se podrá ver en las grandes salas, ahora, tras la compra de los derechos de distribuición en EEUU por parte de Roadside Attractions, ya se ha confirmado que el estreno de la cinta se producirá el próximo 25 de septiembre.
La película -que todavía no tiene fecha de estreno en nuestro país- se basa en un personaje ficticio para sumergirse en una realidad dura pero necesaria. Así ‘Stonewall’ se inspira en un protagonista de ficción (Danny Winters, interpretado por Jeremey Irvine) para mostrar unos hechos que cambiaron la historia de la comunidad LGTBQ.
Protagonizada por Jeremy Irvine, Jonathan Rhys Meyers y Ron Perlman, la cinta se estrenará en unas fechas que, como según ha confirmado The Hollywood Reporter, le permitirán entrar en la carrera de unos próximos Óscar que volverán a teñirse de reivindicaciones LGTB en un año de importancia histórica para el colectivo norteamericano.
En este sentido, Roland Emmerich, director de la película y abiertamente homosexual, ha querido indicar al medio que:
Siempre me ha interesado y apasionado por contar esta importante historia, pero creo que nunca ha sido más oportuno que en este momento hace menos de 50 años, en 1969, ser gay era considerado una enfermedad mental;. Las personas homosexuales no podían ser empleados por el gobierno, sino que era ilegal que la gente gay que se congregan, y la brutalidad policial contra los gays fueron sin control”.