Chavela Vargas y Frida Kahlo, dos almas unidas por el amor y el dolor

Tras descubrirnos el lado más divertido de las expresiones castizas en ‘Con dos huevos’, hacernos reír hasta dejarnos el culo torcido con ‘El inspector Moroni’ y servirnos humor de alta graduación en ‘Resaca’, en esta ocasión la editorial Astiberri nos ofrece su versión más lírica con la publicación de ‘La casa azul’.

El primer viaje temporal que nos propone Tyto Alba nos lleva hasta 1989. Un viajero está frente a la Casa Museo de Frida Kahlo en Ciudad de México. La casa se encuentra cerrada y el cielo comienza a descargar su frustración en forma de lluvia.

El viajero acude a una cantina (‘La invencible’) para resguardarse de la ingrata climatología y allí se encuentra con una desvencijada anciana que, entre efluvios alcohólicos, se dispone a contar la vida de Frida Kahlo.

La mujer en cuestión es Chavela Vargas que se convierte en la narradora y protagonista de una historia que nos permite descubrir los detalles más íntimos de dos de las artistas más geniales y atormentadas del siglo XX.  

Una artista odiada por la vida

A pesar de ser una persona optimista y con una vitalidad desbordante, el paso de los años enseñó a Frida Kahlo que la vida no la quería bien, es más la existencia la golpeó de manera cruel y despiadada. Ahora bien, como Borges afirmaba: la poesía nace del dolor y en el caso de la mexicana, el sufrimiento diario terminó por configurar un estilo único en la historia del arte.

A través de los ojos de Chavela podemos ver los continuos reveses que le deparo la vida: la poliomielitis que le dejó una pierna más pequeña que otra, el accidente de tren que la tuvo postrada en cama durante meses y le provocaría terribles dolores hasta el fin de su existencia, sus dos abortos, la amputación de su pierna…

Kahlo se encargó de luchar contra el dolor con sus pinceles. La tristeza se convierte en una obra de arte. Sus cuadros consiguen superar los clichés de las corrientes artísticas que no hacen más que encorsetar al artista para realizar un grito de rabia existencial.

Como afirma Diego Rivera en sus memorias:

Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras sin precedentes en la historia del arte, pinturas que exaltaban la cualidad femenina de la verdad, la realidad, la crueldad y la pena. Nunca antes una mujer había puesto semejante poesía atormentada como Frida”.

Realismo mágico en formato cómic

A la hora de hablar de una historia latinoamericana no hay un adjetivo más manido que la expresión ‘realismo mágico’, pero lo cierto es que este término resulta perfecto a la hora de hablar de ‘La casa azul’.

La verdad de Frida Kahlo se nos muestra a través de los ojos de una Chavela Vargas que mezcla fechas, fusiona anécdotas y ayuda a crear una atmósfera difusa. En la narración, Diego Rivera queda como el tercero en discordia ante dos artistas femeninas que se necesitan, se entienden y se aman.

La historia permite a Tyto Alba realizar numerosas metáforas visuales. El ambiente bohemio del México de Frida, Chavela y Diego Rivera consigue empapar las viñetas de Alba. Alejado de un dibujo académico, el rallado manual de las viñetas consigue crear una atmósfera especial, algo que se ve reforzado por una libertad compositiva absoluta y una acertadísima utilización del color.

‘La casa azul’ es una obra de lectura reposada. Las viñetas de Tyto se convierten en composiciones artísticas por sí mismas. La historia nos invita a descubrir una pasión desbordante entre dos artistas irrepetibles. Una historia de amor puro en un mundo de amores prefabricados.

‘La Casa Azul’

Editorial: Astiberri

Colección: Sillón Orejero

Guión: Tyto Alba

Dibujo: Tyto Alba

Precio: 14 euros.

Formato: Cartoné. 64 páginas

ISBN: 978-84-15685-68-5

A la venta en: astiberri.com

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