‘Calabria’: hundidos en la Italia del plomo y la vendetta

Ficha técnica

‘Anime Nere’

Duración: 103 minutos

Nacionalidad: Italiana

Dirección: Francesco Munzi

Guión: Francesco Munzi, Fabrizio Ruggirello, Maurizio Braucci (basado en una novela de Gioacchino Criaco)

Música: Giuliano Taviani

Fotografía: Vladan Radovic

Reparto: Marco Leonardi, Peppino Mazzotta, Fabrizio Ferracane, Anna Ferruzzo, Barbora Bobulova, Giuseppe Fumo, Pasquale Romeo, Vito Facciolla, Aurora Quattrocchi

Calificación: 7,25 / 10

Distribuidora en España: Betta Pictures

¿De qué va?

En su segundo largometraje, Francesco Munzi adapta una novela de Maurizio Braucci para sumergirse en la Italia más italiana, en lo más profundo de Calabria, una región que colecciona pompas fúnebres y en la que se saluda con la escopeta en la mano.

En el macizo montañoso de Aspromonte se produce un tenso diálogo entre las tradiciones arcaicas y las costumbres modernas. Entre estos dos mundos aparece la familia Carbone. Hijos de pastores, ahora forman parte de la familia criminal calabresa del entorno de la ‘Ndrangheta y llevan años disfrutando del fructífero negocio del tráfico de drogas.

Los tres hermanos difuminan las fronteras que existen entre la familia y la mafia. Luciano (Fabrizio Ferracane), el mayor, se dedica a pastorear y se mantiene alejado de los negocios que se encargan de gestionar el nervioso Luigi (Marco Leonardi) y el cerebral Rocco (Peppino Mazzota).

El día en el que Leo (Giuseppe Fumo), el hijo mayor de Luciano, se mete en líos por su excesivo ímpetu, los tres hermanos deciden dejar a un lado sus diferencias para defender ese peculiar sentido del honor y la familia que existe en el mundo de la mafia.

A golpes y sin flores

Francesco Munzi teje una ficción que se aleja radicalmente de la luz que emanan las historias de mafia firmadas en Hollywood, donde la grandilocuencia, la pomposidad y las frases corleonianas trazan un retrato luminiscente de este trágico universo.

Todo lo contrario, Munzi sigue el crudo camino que ya andó Matteo Garrone en 2008 con la adaptación de ‘Gomorra’. Un camino que apuesta por un realismo casi antropológico (en ‘Calabria’ se habla en dialecto calabrés y a lo largo de la cinta hay una enriquecedora mezcla de actores profesionales y aficionados) que consigue despojar de cualquier tipo de romanticismo al entorno de la mafia.

La ambientación refleja ese ambiente agobiante y anclado en tiempos pretéritos. Una ambientación más que correcta para una historia que se multiplica entre sus personajes en la misma medida que genera inquietud en un espectador que se ve obligado a rellenar los huecos que Munzi deja vacíos.

Reminiscencias clásicas

Al igual que la producción artística de Lorca, ‘Calabria’ consigue esa síntesis entre lo local y lo universal. Y es que la tragedia protagonizada por los hermanos Carbone recuerda a las tragedias de la Grecia Clásica.  

Una historia con sus tres partes bien diferenciadas (trama-nudo-desenlace) y en la que lo particular sirve como soporte para hablar sobre lo eterno. Cada parte de la película se convierte en una metáfora de la actitud de los hermanos Carbone con respecto al mundo del crimen. Munzi realiza un complicado ejercicio de equilibrio entre los tres hermanos y consigue despojar su traje de criminal para presentarlos como personas.

El desenlace cobra especial importancia en la cinta. Un desenlace oscuro, desgarrador y trágico y que consigue crear la misma sensación de desasosiego que el ahorcado que se agarra a la vida con la punta de los pies.

Vídeo: Tráiler de ‘Calabria’

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