Pastor trans defiende la libertad religiosa y el matrimonio igualitario

Un hombre transgénero es pastor en una iglesia cristiana de Hong Kong, donde pretende oficiar y que se reconozca el reconocimiento del matrimonio igualitario.

Su nombre es Marrz Balaoro, tiene 62 años y es de origen filipino; recurrió a la Alta Corte para lograr su objetivo; esto mediante el uso del mismo argumento al que recurren las personas que se oponen la las uniones del mismo sexo.

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Utiliza el argumento en sentido opuesto señalando que prohibir el matrimonio entre parejas gays atenta contra la libertad de religión de su congregación. Vale la pena mencionar que la libertad religiosa es un derecho contemplado en la constitución de Hong Kong.

“Lo único que pedimos es que se nos autorice a practicar nuestra fe religiosa ante Dios, libres de toda persecución”, afirma.

En 2017 Balaoro fue detenido por haber realizado uniones en la iglesia cristiana LGBT en la ciudad de la que forma parte.

Dichas uniones son denominadas como ‘Ceremonias alegres’, bendiciones para las parejas del mismo sexo pero sin ningún carácter legal; el pastor ha solicitado a las autoridades que determinen que estas uniones no son ilegales por estar protegidas por la libertad de religión.

Se dice consciente de que estas uniones no tengan valor jurídico, pero insiste en la importancia espiritual por la que son respaldadas.

Su demanda legal recurre a la libertad religiosa, la cual ha sido utilizada por muchos religiosos para oponerse a las uniones entre personas del mismo sexo,

Balaoro nació en la provincia Abra, donde desde pequeño fue instruido en el catolicismo, pero se alejó de la religión cuando se sintió discriminado. Luego se mudó a Hong Kong, donde comenzó a trabajar como empleado doméstico y conoció una iglesia LGBT cuyo lema es “Se acepta por lo que eres, puedes ser lo que eres con toda seguridad”.

En 2013 lo ordenaron pastor y desde entonces predica en dicha iglesia.

“Cuando era más joven, mis padres no consiguieron obligarme a ponerme vestido o falda hasta que fui a un colegio católico privado. Vestía pantalones cortos debajo de la falda y una camiseta debajo de la blusa y al salir de la escuela me lo quedaba”, recuerda sobre su vida

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