La piel que habito

De vuelta de las Américas, Elena se acaba consolidando como una de las estrellas del cine español. Entre los títulos más destacados destacan la cinta de terror psicológico ‘Frágiles’ y el doblete con Díaz Yanes: ‘Alatriste’ y ‘Sólo quiero caminar’.

Después de estupendo papel en ‘Hierro’, donde daba vida a una madre angustiada por la pérdida de su hijo, volvería con Medem en la tórrida historia lésbica ‘Habitación en Roma‘.

Almodóvar ya lo ha dejado claro. Ha tenido su etapa Carmen Maura, sus años Victoria Abril, su ciclo Marisa Paredes y su periodo Penélope Cruz. Y ahora, posiblemente, de comienzo su etapa Elena Anaya. ¡Y bien que nos alegramos!

Después del mal trago de la pillada de hace unos días -Cuore la fotografió desnuda con su novia en la playa- Elena Anaya vuelve a la actualidad por mejores motivos: el estreno de ‘La piel que habito’.

La actriz, que ya trabajó con el director manchego en un pequeño papel en ‘Hable con ella’, es la protagonista femenina de la película. Interpreta a la paciente de un cirujano plástico (Antonio Banderas), encerrada bajo llave para realizar pruebas sobre ella.

Aprovechando el estreno de la película, vamos a repasar su carrera y los estilismos que más han llamado la atención en ‘La piel que habito’.

Trailer de ‘La piel que habito’

No es la primera vez que la sacan del armario. Hace unos años, la publicación ‘In Touch’ ya sugería que Elena Anaya, era lesbiana y vivía con su pareja. Aunque este lesbianismo se deducía de una simple cena que la actriz compartió con una chica en Lavapiés.

Elena nunca se ha escondido, es una persona comprometida y transparente. Muestra de ello es que la hemos visto en el Orgullo Gay de Madrid, siempre presente pero muy lejos de los flashes. Ella va con la manifestación, a pie de calle, olvidando medios y fama para convertirse en una persona más que, de manera sincera, apoya una causa.

Elena se ha definido como ‘una payasa desde pequeña’, una persona que siempre ha estado en su mundo lleno de imaginación. No obstante, la separación de sus padres fue traumática, que descuidó sus estudios (hasta el punto de repetir un par de cursos).

No eran los libros lo que le interesaban, sino encarnar a otras personas, sentir lo que otros sentían, refugiarse en un mundo interior. Así fue como conoció a su gran aliada, la interpretación, y con la idea de formarse en este campo fue a Madrid a estudiar arte dramático.

Recién llegada a Madrid, Elena compaginó la entrada a la RESAD con su primera película, ‘África’, de Alfonso Ungría. Para el casting tuvo que mentir diciendo que tenía 16 años (condición indispensable) cuando en realidad tenía 21 y hasta la firma del contrato todos la creyeron. El director pensó que si había sido capaz de engañar a todo el equipo, conseguiría que también el público se creyera este engaño y así fue.

Posteriormente Fernando León de Aranoa la fichó para su película ‘Familia’, cuyo rodaje hizo que a Elena la echaran de la RESAD por no pisar las aulas.

Tras hacer un papel vital en la película ‘Lucía y el Sexo‘ de Julio Medem, en la que encarnaba a una niñera ‘enferma de sexo’, Agustín Díaz Yanes contó con ella para un papel en ‘Sin noticias de Dios’. Por el papel en ‘Lucía…’ estuvo nominada al premio Goya a la mejor actriz de reparto y finalmente ganó el premio que otorga la Unión de actores cada año, muy preciado por éstos porque ‘lo entregan compañeros’.

Al año siguiente Almodóvar la llamó para hacer un papel pequeño pero muy emotivo en su película ‘Hable con ella’, donde salía completamente desnuda con un ataque de pánico huyendo de una serpiente. Encarnaba al amor perdido por el que el protagonista lloraba, una belleza pálida y frágil que Elena supo encarnar a la perfección.

Tras la fama patria, Hollywood llamó a la puerta de Elena, que interpretó a una de las novias de Drácula en la película de Stephen Sommers ‘Van Helsing’, historia épica y de terror basada muy lejanamente en la novela de Bram Stoker ‘Drácula’.

Tras esto le llegaron otros títulos como ‘Entre mujeres’ o ‘Savage Grace’, en la que pudo codearse con la también excelente actriz Julianne Moore

Y fuera del cine y debido a su capacidad de seducción ante la cámara, fue elegida para protagonizar el videoclip de ‘Sexy back’ de Justin Timberlake donde interpretaba a una espía a la que el cantante persigue con fines impuros.

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