”La FIFA no debería disputar torneos donde no se respeta al colectivo LGTB”
Los deportes de equipo son como un paraíso artifical para el colectivo LGTB: en apariencia es un terreno donde abunda la solidaridad y empatía pero en la realidad se suceden numerosos casos de LGTBfobia.
El recién publicado informe ‘Out on the fields’ nos plantea este problema de manea teorica, aportando escalofriantes datos que indican, entre otras cosas, que el 81% de los gais y el 74% de las lesbianas menores de 22 años que practican deportes de equipo no hacen pública su condición sexual por miedo a la reacción de sus compañeros/a, y declaraciones como la protagonizada por el presidente de Lega Nazionale Diletanti, Felice Belloli, que reducía a todo el fútbol femenino de su país a ”cuatro lesbianas”, materializan estos sentimientos abstractos.
Para acabar con esta lacra en el mundo del deporte, es vital que las federaciones y asociaciones de los diferentes países y deportes se pongan al frente de esta situación. Y los primeros que comienzan a dar la cara son, de nuevo, los propios atletas.
”Estoy muy decepcionado”
Así se ha pronunciado Jason Collins, en una entrevista concedida al programa deportivo Sportsworld, de la BBC World Service. El exjugador de la NBA ha mostrado su disconformidad con la política de la FIFA por la elección de países como Rusia o Catar para celebrar los próximos mundiales, puesto que estos países no respetan los derechos del colectivo LGTB:
Estoy muy decepcionado con la decisión de la FIFA. Si eres un órgano de gobierno tan importante no puedes organizar eventos deportivos en los países donde tienen leyes que afirman que la homosexualidad es ilegal, no se les puede dar ese poder”.
Para Collins sería una buena opción que los futbolistas boicotearan la Copa del Mundo y, por eso espera que además todos los asistentes sean conscientes de las leyes discriminatorias contra el colectivo que dicho país promociona:
Si a los atletas se les obliga a acudir, tienen que ser conscientes de que se encuentran ante una plataforma única, una voz, para aumentar la conciencia de la comunidad LGTB en países que así lo necesitan’.