La elección directa octavo al Parlamento Europeo determinará la acción de la UE en los próximos cinco años en materia política, económica, judicial…. pero también del reconocimiento de los derechos humanos, donde se enmarcan los derechos del colectivo LGBTI.
Por esta razón, a través de una nota de prensa el Intergrupo LGTB del Europarlamento ha detallado las principales líneas de acción que deberían propulsarse para garantizar la igualdad de todas las personas LGTBI dentro de nuestro entorno comunitario.
De 2014 a 2019, el Parlamento Europeo tendrá un papel central en la configuración de la política de la UE contra la discriminación; los discursos del odio y crímenes de la misma naturaleza; también sobre la libre circulación de las familias homoparentales, los derechos de las personas transgénero; la salud; y las cuestiones LGBTI en perspectiva con las relaciones con el exterior.
Por esa razón, el compromiso de los representantes electos con los derechos LGTBI tiene una importancia capital en la intensificiación de estas políticas relacionadas con el colectivo.
¿Qué deberíamos pedirle al Parlamento Europeo?
- La acción firme de la UE contra la discriminación: El próximo Parlamento debe instar a la Comisión a que presente un plan de trabajo LGBT y adoptar la Directiva contra la discriminación. La UE cuenta con políticas integrales de igualdad en materia de discapacidad, la igualdad de género e integración del pueblo gitano. No obstante no tiene ninguna sobre orientación sexual o identidad de género. Por otra parte, la legislación de la UE prohíbe implícitamente la discriminación por orientación sexual en el empleo, en la educación, la protección social, la asistencia sanitaria y el acceso a bienes y servicios, algo que no está conseguido en absoluto.
- La creación de leyes comunes contra los discursos y crímenes de odio: La UE debe luchar contra la incitación al odio y la delincuencia basada en la orientación sexual o identidad de género. Una de cada cuatro personas LGBT en Europa han sido atacadas o amenazadas debido a su orientación sexual o identidad de género. Si bien la ley de la UE contempla penas más altas contra los discursos y crímenes racistas y xenófobos desde 2008, no ha establecido ninguna norma para frenar estos actos contra el colectivo homo y transexual.
- La libre circulación de las personas LGBTI y sus familias: Es hora de que la UE permita el reconocimiento recíproco de los certificados de estado civil a nivel comunitario. Los matrimonios y demás asociaciones legales de algunos estados miembro dejan de existir cuando se cruzan las fronteras. Esto causa problemas graves para las familias -incluidos niños- y las personas que no pueden viajar, vivir o trabajar en otro país de la UE por ser como son o amar a quien aman.
- Asegurar los derechos trans: Las personas transexuales siguen enfrentando una serie de problemas en su vida cotidiana relacionados con la salud, el acceso al empleo o en sus relaciones con la justicia. Las instituciones de la UE deben garantizar la amplia inclusión de la identidad de género en la legislación y las políticas europeas. Por otra parte, la UE debe seguir trabajando con la Organización Mundial de la Salud para despatologizar la naturaleza transgénero
- Hacer frente a la discriminación en el acceso a la salud: El cceso a la salud se ha vuelto cada vez más difícil para ciertos grupos, entre ellos las personas LGBTI. La UE debe intensificar sus acciones en este campo esencial para derribar los obstáculos que las personas LGBTI enfrentan al acceder a los servicios de salud, especialmente en el caso de las personas transexuales, los profesionales del sexo, los hombres que tienen sexo con hombres y las personas LGBTI de grupos vulnerables, como las personas más jóvenes o de origen inmigrante.
- Promover los derechos de las personas LGBTI en el extranjero: La UE debe seguir promoviendo el pleno disfrute de todos los derechos humanos de las personas LGBTI en el mundo, como lo ha hecho en los últimos años. En 2013, el Consejo adoptó directrices históricas sobre los derechos LGBTI en el mundo. La política exterior de la UE debería incluir los derechos LGBTI en todas sus relaciones bilaterales a partir de este momento.