Uruguay hace esfuerzos para situarse la vanguardia de los derechos LGTB en Sudamerica. La llegada al poder de José Mujica ha cambiado las políticas sociales del país. Tanto, que el país charrúa continua implementando después de su legislatura ”todos los derechos para todas las personas” y la agenda política de su Gobierno ha asumido la cuestión de la vulnerabilidad del colectivo LGTB.
Algo que se ha confirmado con iniciativas tan estimables como la celebración de los primeros matrimonios igualitarios o la recomendación a todos sus docentes a que salgan del armario para favorecer la visibilidad.
No vamos a taparnos los ojos. No todo funciona a la perfección en el país, pero las cosas se pueden solucionar de una manera mucho más correcta cuando desde el gobierno se plantea un lema inclusivo y no se ponen continuas trabas al colectivo LGTB.
Cobertura médica insuficiente
La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) de Uruguay es la única institución médica en el país que presta servicios para las operaciones y la hormonoterapia necesaria para los cambios de género.
Sin embargo, los servicios médicos que se establecen desde la ASSE no son sufifientes para cubrir las demandas del colectivo trans y tampoco son los más adecuados puesto que hay docentes que carecen de la preparación necesaria para atender estos casos particulares. Así lo ha manifestado Alejandra Collete Spinetti, presidenta de la Unión Trans de Uruguay (Utru):
Tenemos casos de personas transexuales que van a los médicos y estos no las tocan por ser transexuales. Nos sentimos esperanzadas puesto que en los últimos años la inclusión de los transexuales en el sistema sanitario uruguayo es un hecho, pero queda mucho camino por recorrer”.
‘En realidad ahora lo que estamos es sistematizando cuáles son los avances que se hicieron en salud para poder empezar una estrategia de atención en salud libre de homofobia, de transfobia y de lesbofobia’, dijo el director nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Federico Graña.
La hoja de ruta hacia una sanidad libre de esta transfobia pasa por incorporar la diversidad sexual en las políticas de salud sexual y reproductiva o la formación de especialistas en la materia en las facultades de psicología y medicina, y nuevas son las políticas en torno al VIH, una enfermedad que afecta a una gran parte del colectivo transexual uruguayo.