‘Azul y no tan rosa’: Descubriendo a los seres queridos

Ficha técnica

‘Azul y no tan rosa’

Director: Miguel Ferrari

Guión: Miguel Ferrari

Música: Sergio De la Puente

Fotografía: Alexandra Henao

Nacionalidad: Venezolana

Reparto: Guillermo García, Ignacio Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres, Elba Escobar, Juan Jesús Valverde, Beatriz Valdés, Aroldo Betancourt, Daniela Alvarado, Alexander Da Silva, Sócrates Serrano, Arlette Torres, Juan Carlos Lares

Duración: 120 min.

Productora: Plenilunio Film & Arts / Factor RH / Malas Compañias

Web: azulrosaynotanrosa.com

Calificación: 5.75 / 10

¿De qué va?

¿Cómo recuperar el amor de un hijo al que no ves desde hace más de un lustro?, ‘Azul y no tan rosa’ es un melodrama que orbita sobre diversos temas que terminan tocándose gracias a la magia del cine: el amor, la familia, la situación del colectivo LGTB en Venezuela, el poder de manipulación de la televisión…

La cinta se centra en la figura de Diego (Guillermo García), un fotógrafo de moda de tremendo éxito que está a punto de dar un paso definitivo en su relación con Fabrizio: compartir no solo sentimientos sino también una casa. 

Sin embargo, una llamada de teléfono lo cambia todo. La ex-mujer de Diego le llama desde España y le avisa que su hijo -al que hace años que no ve- Armando está camino de Venezuela. 

El joven llega cargado con una maleta de prejuicios, reproches y complejos. La relación entre padre e hijo está marcada por la desconfianza y los secretos. Diego no sabe como actuar, sin embargo una desgracia conseguirá acercar las vidas de ambos: un grupo de homófobos radicales le propinan a Fabrizio una brutal paliza que lo deja en coma. 

Ante esta tesitura, Diego decide dejar de ofrecer excusas para tomar las riendas de su vida y ayudado por una artista transexual (Delirio – Hilda Abrahamz)  y por su asistenta (Perla Marina – Carolina Torres) inicia un camino para delatar a los agresores de su pareja, el amor de su hijo…y sentirse cómodo en este pérfido mundo.

Una nueva cara de la homosexualidad

Podríamos decir que ‘Azul y no tan rosa’ es la última cinta de la trilogía LGTB que nos ha llegado en los últimos meses desde Sudamérica. Ante todo, hay que decir que la película rodada por Miguel Ferrari se convierte en necesaria (esta es la primera vez que dos hombres se besan en una película venezolana) pero quizá este hecho es lo que la termina quitando algo de valor.

En este esquema, la película suma puntos por su carácter valiente y por su valor didáctico, pero los personajes terminan perdiendo profundidad para convertirse en meros clichés que responden a las cuestiones que se plantean en la cinta. 

La cinta nos muestra otra versión del colectivo LGTB. Si bien en ‘Pelo malo’, la situación económica de la familia protagonista obligaba al joven Junior a permanecer en un frustrante armario -como punto de partida para establecer un debate sobre la homofobia en distintas partes del planeta- y en ‘La partida’ se entendía a la homosexualidad como un sinónimo de libertad (pues permite salir de Cuba), aquí se realiza un ejercicio de visibilización del colectivo LGTB en Venezuela.

¿El resultado? Pues bastante irregular, para que negarlo. En todas sus entrevistas, Miguel Ferrari ha insistido en que no ha querido caer en los estereotipos del colectivo LGTB, pero lo cierto es que al final termina cayendo en un cierto maniqueísmo que convierte a los personajes en blancos y negros y se olvida de la escala de grises que termina enriqueciendo nuestra existencia.

Sabías que…

  • La cinta ha hecho historia para el cine venezolano puesto que se ha convertido en la primera película de este país que consigue alzarse con el Goya a la Mejor Película Latinoamericana.
  • En diversas entrevistas concedidas a los medios, Miguel Ferrari ha repetido una de las anécdotas más especiales de la película:
    ”Anécdotas hay muchas. Hay una que quizás no es tan divertida, pero es muy interesante. Tenía que reproducir una lluvia torrencial en una de las secuencias de la película. El día que teníamos pautada la filmación de esa escena, fue el único día de esa semana que no llovió en Caracas. Afortunadamente teníamos contratados dos camiones cisternas para recrear el efecto de lluvia. Cuando haces una película debes tomar en cuenta cualquier imprevisto”.
  • La película cuenta con varios actores españoles. Por un lado, nos encontramos con el veterano Juan Jesús Valverde para el que esta es su película número sesenta y por el otro lado tenemos al joven Ignacio Montes para el que esta película supone su estreno en la gran pantalla.
  • ‘Azul y no tan rosa’ es el estreno del actor Miguel Ferrari en el mundo de la dirección. La película ha sido una auténtica sensación en Venezuela donde ha conseguido más de 800.000 espectadores.

Vídeo: Tráiler de ‘Azul y no tan rosa’

Lo mejor…

  • Compromiso con el colectivo LGTB. Puede que el resultado sea algo fácil, irregular y de algún modo simplista, pero lo cierto es que la película es más que necesaria. Se convierte en un ejercicio de visibilidad y normalización en un país en el que nunca antes una película había mostrado a dos hombres besándose.
  • La música como metáfora vital. Miguel Ferrari consigue crear metáforas musicales inteligentes. Música de vanguardia como metáfora de la vida, el tango como proceso de aprendizaje y un aria de Mozart para trazar la escena más emotiva de la cinta.
  • La actuación del joven Ignacio Montes. Una de las mejores cosas que nos deja la película es la aparición de este actor malagueño. Parece mentira que este sea el primer personaje principal en el cine de este actor de 1.992 puesto que en la cinta consigue llevar el verdadero peso dramático y consigue capitalizar las escenas más emocionantes de la película.

Lo peor…

  • Una narración excesiva. Una vez que avanza el metraje de la película, uno se da cuenta de que en la película no hay personajes secundarios, en el sentido clásico de la palabra. Ferrari busca cerrar todas las historias de una manera excesivamente narrativa y esta solución termina por ralentizar en exceso el ritmo de la cinta.
  • Potenciando tópicos venezolanos. La película consigue derribar tabús sobre la homosexualidad en Venezuela, sin embargo no consigue desprenderse de un cierto halo de telenovela que lleva consigo la historia principal de la película.

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