La naturaleza performativa del lenguaje nos permite delimitar la realidad y hacerla evidente a todas las miradas, un valor del que se desprende que todo lo que se nombra existe. Al igual que, como advertía el filósofo George Steiner, se acaba obviando todo de lo que no se habla por no conocer su nombre.
Con el objetivo de clarificar los numerosos conceptos comprendidos dentro del imaginario LGTBI, la asociación universitaria Arcópoli ha publicado la primera versión de su Diccionario, el DiccioArcópoli, con el que quieren acotar la profusión de vocablos que se utilizan a la hora de hablar del colectivo.
Aprovechano la efeméride del nacimiento del lexicógrafo Noah Webster, la asociación ha recogido en su glosario los conceptos fundamentales que se emplean en el activismo por los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, y que no aparecen en los diccionarios de uso, o cuando lo hacen, aparecen definidos errónea o prejuiciosamente.
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Ejemplos de estas incorrectas prácticas lexicográficas pueden ser la definición que ofrece la Real Academia Española al presentar ”hermafrodita” como primera acepción de ”bisexual”, comparar ”afeminado” con ”homosexual”, señalar la ”homosexualidad” como una ”tendencia”, etc; además de olvidar frecuentemente añadir que algunos usos de determinadas palabras se consideran ya abiertamente ofensivos.
Con esto lo que Arcópoli reivindica es una mayor precisión y respeto a la hora de definir la realidad de la Diversidad Sexual y de Género, por ello desde la asociación animan a incorporar los conceptos que ofrece y adecuar sus explicaciones a la sensibilidad actual. En palabras de su coordinador, Yago Blando:
El uso de la lengua conforma nuestra forma de entender la realidad, y creemos necesario que el modo más adecuado y respetuoso de comprender la Diversidad Sexual y de Género se muestre debidamente en los diccionarios. Es habitual encontrar en sus páginas prejuicios y no definiciones y, ante la discriminación por homofobia, bifobia y transfobia que sufrimos aún hoy las personas LGTB necesitamos de la ayuda de los académicos, para que afronten nuestra realidad con respeto, no con prejuicios’.