Asistimos casi simultáneamente a su salida del armario y al abandono de la liga profesional de fúbol de su Inglaterra natal -momento en el que alegó no querer se más popular por su orientación sexual que por su destreza como futbolista-.
Ahora vemos cómo el joven Robbie Rogers ha jugado su primer partido junto al L.A. Galaxy en la liga profesional norteamericana -y tampoco nos extrañamos, pues al Galaxy le gusta más un famoso que Farmatint a Terelu-; convirtiéndose en el primer deportista abiertamente gay que juega en la liga profesional de un deporte de equipo en Norteamérica.
¿Cómo se le ha dado?
Rogers -cuyos derechos en la Mayor League Soccer eran del Chicago Fire- fue traspasado al Galaxy por el delantero Mike Magee, tras reconsiderar su abandono del deporte de elite. Esta noticia trascendió el pasado sábado y tan sólo un día después ya pudo unirse a sus compañeros de equipo en un partido oficial.
Roger saltó al terreno de juego en el minuto setenta y siete, recibiendo una gran ovación de la afición de Los Angeles Galaxy -fácil de entender también tras batir a los Seattle Sounders por cuatro goles a cero-.
Anteriomente, en una entrevista con el diario USA Today, Rogers ya había expresado su interés por afrontar este nuevo reto profesional: ‘Quiero volver y ser un modelo a seguir. Quiero competir y volver a la selección. Son muchos factores los que me están motivando ahora mismo. Es una maravilla ser parte de un movimiento que está cambiando nuestra sociedad’.
Nos alegramos mucho de que podamos ver a Rogers orgulloso de su condición sexual en el terreno de juego. Aunque le recordamos que -al igual que le ha ocurrido con el Galaxy-, es mucho más fácil apuntarse al carro y enfrentarse a ‘la dificultad’ cuando estás con el equipo que gana.