México sigue caminando por la senda de la igualdad. Si hace unos meses la aprobación de la Ley de Identidad de Género cambiaba el día a día del colectivo trans mexicano, la nueva sentencia del alto tribunal va a cambiar la vida de las parejas del mismo sexo.
La justicia del país ha declarado que se ha centrado en los derechos de los menores para declarar inconstitucional la prohibición que existía en el proceso adoptivo. Los derechos de los niños a tener una familia han resultado centrales en el fallo permite a las parejas del mismo sexo adoptar.
La cuestión se lleva perfilando desde el 2013 por la comisión de derechos humanos de México DF, que argumentó que las leyes que estaban vigentes violaban los derechos constitucionales al discriminar a determinadas familias. La sentencia ha sido apoyada por una mayoría abrumadora. Nueve de los diez ponentes han aprobado la modificación de la legislación para abrir la puerta a las adopciones en clave diversa.
El juez Luis María Aguila quiso insistir en que esta medida estaba hecha buscando lo mejor para los menores. Así en la cadena TeleSur quiso indicar que: ‘no veo ningún problema para que un niño sea adoptado en una sociedad que tiene precisamente este objetivo. ¿Vamos a preferir tener hijos en la calle?’.
La noticia ha tenido una gran acogida entre la población mexicana, como explica Gloria Careaga, coordinadora de la Fundación Arcoíris:
El paso que se ha dado hoy es una reafirmación de los derechos de las personas LGTB para la formación del matrimonio y de una familia. Cada vez hay más acuerdo en la corte, que está marcando el rumbo de los derechos humanos en el país”.