El mes que viene Madrid acogerá por primera vez -y ojito con el cartel- la convención anual de ILGTA sobre Turismo LGTB, una iniciativa que a pesar de contar con el apoyo del Gobierno regional, del Ayuntamiento y de Turespaña, ha levantado la polémica sobre el supuesto uso interesado del Ayuntamiento para vender una ciudad que no es tan LGTBfriendly como la cuentan.
Carla Antonelli, diputada del Grupo Parlamentario Socialista, ha criticado en la Comisión de Empleo, Turismo y Cultura de el parlamento autonómico que el Gobierno regional presuma de turismo “gay” y luego maltrate de forma sistemática al colectivo en alusión a la 31ª Convención Mundial de Turismo LGTB que tendrá lugar en mayo.
Según explica la diputada en una nota de prensa, durante su intervención señaló la necesidad de hablar de turismo LGTB y no gay. Más que nada, dijo, porque su organización lo define como el ‘el evento más importante del mundo para los profesionales del turismo LGTB’, es decir de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales; destacando que una nomenclatura insuficciente invisibiliza al resto del colectivo.
Incomodidad ante la promoción en el extranjero
Antonelli también ha reflejado su malestar ante la promoción de Madrid como destino turístico LGTB a través de la semana del MADO -recurrentemente multada con cifras astronómicas que ahogan su organización-, añadiendo que también se contempla con asombro que la alcaldesa, Ana Botella viaje a Berlín para promocionar el Turismo LGTB cuando se ha posicionado en contra de la plena igualdad del colectivo.
En sus propias palabras:
(La actitud de la alcaldesa) lleva a la conclusión de que cuando habla Don Dinero Poderoso Caballero, las ideologías, fobias y hasta las peras y manzanas quedan aparcadas a un lado”.
En este sentido, Antonelli, puso de manifiesto la diferencia entre la dureza con la que que castiga al Orgullo LGTB frente a la ‘manga ancha’ con la que se trata a otras fiestas de la ciudad como La Paloma, San Isidro y otras celebraciones, que también se realizan en medio del casco urbano y que no son multadas.
Y con el dinero…. ¿qué pasa?
Para terminar, Antonelli apunta que el propio Gobierno de la Comunidad ha hecho una valoración estimada de más de 700 millones de euros de facturación anual del turismo LGTB en la región. Una cifra a la que, según la diputada, ‘hay que sumarle más de cien millones de euros’ por la celebración anual del Orgullo LGTB estatal.
Sin embargo, algo en lo que la diputada ha hecho especial hincapié es en el destino de toda la recaudación que se obtiene de estas iniciativas que promocionan el turismo LGTB en la ciudad. En las palabras de la diputada:
Lo que queríamos saber es de qué forma revierten ustedes todo este potencial económico hacia el sector de la población que lo proporciona, o cómo favorecen la celebración y difusión de estos eventos.”