Cuando un entorno hostil cede, la victoria es doble. El mundo del deporte, que suele ser un ejemplo de solidaridad en numerosas ocasiones, tiene una cuenta histórica pendiente con el colectivo LGTB.
Dentro del ámbito deportivo se apoyan numerosas causas: desde enfermedades raras (ELA) hasta la lucha por el hambre. Ahora bien, llegado el momento de apoyar a la comunidad LGTB la mayor parte de los deportes deciden mirar hacia otro lado.
Por desgracia, campañas como ‘#LaLigaArcoíris’ (lanzada por la FEGLTB) son una excepción en lugar de una regla y, salvo en contados deportes, el colectivo LGTB tiene la misma posición en todos y cada uno de ellos: dentro del armario.
Cada día que se mantiene esta situación es un día perdido. El Pride Game que se ha celebrado en suecia este fin de semana entre el Örebro y el Frölunda es uno de esos eventos que buscar cambiar esta situación.
El encuentro, que coincidía con la celebración del Örebro Pride, terminó en una auténtica celebración, pero antes de convertir las calles de la ciudad en una fiesta hubo momento para el activismo.
La jornada se abrió con una conferencia de una hora de duración que bajo el nombre de ‘El deporte abierto’ trató de la importancia de que los deportistas se sientan apoyados por clubes, aficiones y compañeros para que puedan salir del armario con total libertad.
El encuentro finalizó con victoria del equipo local y justo en ese momento comenzó una fiesta teñida de los colores arcoíris. Julio Hudacek, portero del conjunto y conocido por sus extravagantes celebraciones, se convirtió en la estrella. Animó a sus compañeros de club que aparecieron ataviados como si de los Village People se trataran para cantar con el público el mítico YMCA.
Tras la celebración fuera dentro del estadio llegó la segunda parte de la fiesta. El equipo y todo el personal de la organización marcharon en el desfile del orgullo de la ciudad y alentaron a los aficionados para que apoyen un deporte inclusivo.
Así lo ha mostrado el propio Örebro en su página web:
El Pride Game es una manera de mostrar la responsabilidad social y adoptar una postura postura clara por el valor equivalente. El Pride Game es algo más que un juego, algo más que un truco’.