El gobierno de Donald Trump ha demostrado una vez más su poco apoyo hacia la comunidad LGBT+ y ahora no piensa en dar seguimiento ni solución a la pena de muerte que existe en algunos países contra las personas homosexuales.
La embajadora de aquel país Nikki Haley ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votó junto con otros 13 países contra la resolución a la pena de muerte, entre los que se encuentran China, Irak, Botsuana, Burundi, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Bangladesh, Iraq, India, Japón, Etiopia y Arabia Saudita. Mientras que países como Cuba, Corea del Sur Filipinas, Indonesia, Túnez, Nigeria y Kenya.
Dicha pena de muerte señala los actos homosexuales como blasfemia, adulterio y prostitución Además que no importa si se trata de mujeres o hombres, dicha sanción es igual para todos aquellos que presenten “conductas sexuales innecesarias”.
Ante esto, Renato Sabbadini, director ejecutivo de Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA) dijo “Es inconcebible pensar que hay cientos de millones de personas que viven en Estados donde alguien puede ser ejecutado simplemente a causa de a quién aman. Este es un momento monumental en el que la comunidad internacional ha destacado públicamente que estas horribles leyes simplemente deben terminar”.
Pero el gobierno de Trump respondió y por medio del portavoz Heather Nauert se mencionó que las acusaciones contra Estados Unidos por no atender esta resolución son engañosas.
“Es importante señalar que un NO sobre la resolución no se dirige sólo a las relaciones entre personas del mismo sexo, sino a la aplicación más amplia de la pena de muerte en general. Estados Unidos, por ejemplo, contempla la pena de muerte y tiene un registro consistente de no votar en las resoluciones que están en contra”, señaló André du Plessis, jefe de Promoción de ILGA