Tras unos últimos meses de intenso trabajo por parte del activismo, Puerto Rico ha decidido abrir una puerta a los derechos del colectivo LGTB y ha iniciado los primeros procesos para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Secretaría de Justicia de Puerto Rico anunció que no defenderá la constitucionalidad del artículo 68 del Código Civil de la isla, el cual limita el matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer. En la práctica, esta negativa de la justicia supone no un paso más, sino el paso definitivo para teñir el matrimonio igualitario con los colores de la bandera boricua.
César Miranda, Secretario de Justicia, ha sido el encargado de dar el anuncio. Miranda ha mostrado una doble cara. Por un lado se ha mostrado más que satisfecho por el cambio de legistlación en el país y por el otro ha lamentado que hasta el momento las parejas del mismo sexo de la isla no hayan podido tener acceso a los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales.
Así se expresaba Miranda a la hora de anunciar el cambio constitucional:
La determinación de Justicia se tomó porque, jurídicamente y éticamente, no es correcto que a unos ciudadanos en la isla se les nieguen los derechos que otros disfrutan por motivos de orientación sexual. Esos mismos derechos deben estar disponibles para aquellos que se aman, que se cuidan entre sí, que trabajan y aportan a nuestra sociedad igual que los demás”.