La celebración del Orgullo LGTB en Serbia tiene un largo historial de irregularidades basadas en la discriminación que han ido desde ataques de utra ortodoxos y nazis a prohibiciones insitucionales, algo por lo que año tras año, su comunidad LGTB lucha por superar.
Tal y como regoge el medio local IN SERBIA, este insuficiente apoyo a la expresión del colectivo en el país balcánico fue personalizado a finales de 2013 en su ministro de Exteriores, Ivica Dacic, quien al ser preguntado por la prohibición del evento y el desarrollo de los derechos LGTB de cara a la entrada del país en la Unión Europea, destacó que ”no aceptaba la homosexualidad porque le parece antinatural”.
Este comentario, que rápidamente indignó a los grupos activistas y fue reprobado incluso por la comisionado por la Protección de la Igualdad Nevena Petrusic, es la razón por la que Dacic se ha reunido con representantes de la asociación LGTB+ Labris para pedirles disculpas.
Según las propias palabras del ministro Dacic:
Lamento que mi declaración fuera tomada como insulto por la población LGBT. No tenía ninguna intención de ofender a nadie. […] Tampoco lo era que fueran tomadas como legitimación de los actos violentos contra el colectivo.’
Junto con otras organizaciones y particulares, Labris presentó a finales de 2013 una queja ante el Comisionado para la Protección de la Igualdad exponiendo que la dignidad de las personas de orientación homosexual había sido herida, por lo que solicitaba una audiencia con el ministro.
Esta cita por fin ha tenido lugar, y en palabras de la representate activista Jovenka Todorovic, ha sido del todo positiva:
Se trata de un paso hacia el fortalecimiento de la cultura de los derechos humanos, que actualmente no se encuentra en unos niveles satisfactorios.’