Personas trans tiene mayor riesgo de precariedad laboral

Expertos en la materia señalaron esta preocupante situación para las personas trans

Activistas y expertos en el tema han señalado que, en efecto, el hecho de pertenecer a algún grupo de diversidad sexual es un elemento determinante para que una persona caiga o no en condiciones de pobreza, aunque esto no ha sido estudiado a fondo, pero los ejemplos claros con las personas trans, quienes son orilladas a emprender su propio negocio, es claro.

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Francisco Robledo Sánchez, fundador y director de la consultora Adil México, especializada en temas de respeto e inclusión laboral hacia personas LGBTI+, consideró que la “discriminación sistemática que enfrenta este sector de la población lo priva en muchas ocasiones del acceso a la educación, el empleo, la salud, la alimentación y el soporte de un grupo social que le permitan consolidarse económicamente.

La precariedad es la consecuencia máxima del acoso. Aunque no haya violencia física, te llevan a un aislamiento personal, y entonces quizá estás dejando de desarrollar habilidades personales que te permitan defenderte en el mundo y abrirte las puertas del trabajo

confesó.

De acuerdo con el estudio “Equidad MX: Mejores lugares para trabajar LGBT 2021“, elaborado por el Human Rights Campaign Foundation, existen sólo 235 empresas en México que participan en programas de equidad laboral e incluso de grupos de diversidad sexual, y aunque el tema ya está empezando a discutirse públicamente, dicha cifra “todavía es un número ínfimo“, deploró.

En la Encuesta sobre Diversidad y Talento LGBT en México 2018, elaborado por Adil México, se documentó que una cuarta parte de las personas pertenecientes a grupos de diversidad sexual (23.6%) se han formado en carreras relacionadas con negocios y administración, mientras que el 12% se dedican a temas de salud y 9.7% a las ciencias sociales y estudios del comportamiento.

Un dato que pone de relieve el estudio es que el 41% de las personas trans que buscan empleo y respondieron la encuesta, tienen estudios superiores, pese a ello, son quienes tienen menor probabilidad de conseguir trabajo.

De igual forma, se documentó que de las personas LGBTI+ que ya cuentan con empleo, sólo el 2% ocupan puestos de altos mandos, y que el 46% de las personas no heterosexuales tienen la necesidad de trabajar con haber tenido la oportunidad de finalizar la etapa de estudios superiores.

Para Robledo, uno de los principales factores que facilitará un cambio en el ámbito laboral para que los grupos de diversidad sexual puedan encontrar un camino más sencillo será: “esperar 20 años a que las actuales generaciones, que viven la inclusión de manera cotidiana, tengan liderazgos sociales y empresariales, cuando muchas generaciones estemos fuera y nuestras opiniones ya no pesen tanto”.

Prejuicios médicos

José Arturo Granados, médico profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco, coincidió en que la orientación sexual y la identidad de género “son un indicador de desigualdad social muy documentado, este se manifiesta no sólo en la falta de acceso al empleo, sino también a los servicios de la salud.

Las personas LGBT+ presentan un perfil de morbimortalidad muy diferente al de las personas heterosexuales. En términos generales, tienen tasas más altas de trastornos de salud mental, particularmente por ansiedad, depresión, conducta suicida y suicidio”, además de que acuden menos a consultas preventivas por temor a ser discriminados, lo que los lleva a una menor detección oportuna de ciertas enfermedades prevenibles, apuntó.

Las personas trans en particular “tienen peores indicadores de salud. Para empezar, tienen una esperanza de vida de alrededor de 35 años, cuando el promedio de la población en general está por arriba de los 70 años, y esa diferencia tiene su origen en procesos sociales. Hay una relación entre el rechazo social a la diversidad sexual y las enfermedades que tiene esta población”.

El tener derecho a la salud y seguridad social ya representa algo complicado, pero el problema continúa al llegar a un hospital público. “La profesión médica sigue teniendo un matiz conservador, con muchos prejuicios que se manifiestan en la atención a los pacientes“.

El personal sanitario considera que los problemas de salud de las personas LGBT se deben a su orientación sexual, a su ‘mala conducta’, como los supuestos excesos y la promiscuidad, y ese es el primer prejuicio que habría de erradicar”.

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Autor: I.S. con información de La Jornada

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