Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)
Título original: Birdman (or The Unexpected Virtue of Ignorance)
Duración: 119 minutos
Dirección: Alejandro González Iñárritu
Guion: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Armando Bo, Alexander Dinelaris
Fotografía: Emmanuel Lubezki (El Chivo)
Música: Antonio Sánchez
Reparto: Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Naomi Watts, Andrea Riseborough, Zach Galifianakis, Amy Ryan
Calificación: 7/ 10
¿De qué va?
Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) es una comedia negra que cuenta la historia de un actor en decadencia interpretado por Micheal Keaton. Su nombre es Riggan Thompson y ya no quiere que se le asocie a Birdman, el superhéroe que consagró su éxito planetario. Por ello vuelca todos sus esfuerzos en poner en pie la adaptación de ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ del dramaturgo Raymond Carver en un teatro de Broadway, un reto personal que para el protagonista representa la salvación a todos los efectos.
A solo unos días del estreno Riggan duda de su talento, entra en conflicto consigo mismo (y con su álter ego plumífero), con los actores (Norton y Risenbourgh) y con su familia (Ryan y Stone). A partir de este momento se enlazan una serie de problemas que perjudican el estreno de la obra…
Birdman, una película ‘de cine’
El director mexicano graba un original plano secuencia aparentemente infinito: no hay cortes y todo parece transcurrir secuencialmente. Un trabajo magistral realizado por Iñárritu con la ayuda de ‘El Chivo’ que convierte el montaje digital en imperceptible aunque la cámara pase de un escenario a otro con evidentes cambios temporales. Emmanuel Lubezki, premio Oscar a la mejor fotografía con ‘Gravity’, realiza aquí uno de los más impresionantes trabajos de su carrera afinando su ya reconocido estilo fotográfico. El resultado formal es un deslumbrante viaje mental y visual que merece ser disfrutado sin duda alguna en la gran pantalla.
La cámara es un personaje omnisciente que persigue el protagonista creando así un ritmo fílmico del todo peculiar. Además el seguimiento se fusiona con la banda sonora hecha por las improvisaciones de la batería jazzística de Antonio Sánchez: las percusiones escandan los altibajos emocionales de Riggan y mantiene en vilo al espectador hasta los vértigos libertadores del final.
Un antihéroe paranoico y ególatra
En el delirio paranoico que Riggan vive antes y durante la puesta en escena de su pieza teatral, Sam –interpretada por una introvertida y magnífica Emma Stone– es la única mujer que consigue captar su atención. Se trata de la hija problemática de Riggan, la única que consigue establecer, y no sin esfuerzo, un hilo comunicativo con el padre.
En el universo de Birdman no hay demasiado espacio para las demás mujeres tanto que Iñárritu les dedica poco tiempo y las enmarca en espacios claustrofóbicos. Son personajes que constituyen un bloqueo a la evolución del protagonista hacia su rescate emocional y social. La amante de Riggan y su exmujer, la primera actriz de la obra que es también novia de Mike y, por último, la odiada critica de cultura son mujeres histéricas, sexualmente frustradas o en crisis por el trabajo, ansiosas por los hijos que tienen y por los que nunca tendrán.
Por un momento Lesley y Laura –Naomi Watts y Andrea Riseborough, respectivamente- consiguen rehuir de su propia condición de crisis consolándose una con la otra en una escena que culmina con un beso sáfico. Este fragmento en el que las dos mujeres se apoderan de la cámara es el único que las ve como protagonista, un momento que vendrá brutalmente interrumpido por el egoísmo y el ímpetu de Mike (Edward Norton).
Twitter, el salvoconducto para la fama
La película es una magistral bajada a los ínferos del Riggan Thompson, un antihéroe que curiosamente vuelve a sentir la cercanía de su público a través de las redes sociales, tecnologías que había rechazado con reticencia hasta el estreno de la obra teatral. Un acercamiento a los fans del todo ficticio que introduce una crítica sutil a la máxima imperante de que ‘lo virtual da valor y sentido a lo real’.