Las leyes anti LGTB se cuelan en la agenda de la cumbre UE-África

La cumbre que actualmente reune en la sede del Europarlamento a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y el continente africano, así como los líderes de la Unión Africana y la UE, ha sido opacada por el acto de repulsa colectivo organizado por el Intergrupo LGTB de la Unión.

En la protesta, un significativo número de representantes del Parlamento Europeo han mostrado carteles de condena a las leyes anti LGTB adoptadas en UgandaNigeria. Un halo de discriminación y violencia que amenaza a la población homo bi y transexual de otros países como Tanzania, la República Democrática del Congo y Kenia.

Schulz también se une a la protesta

Este preocupante asunto también ha sido evidenciado por el presidente de la Unión Europea, Martin Schulz, durante la Cumbre Parlamentaria Panafricana-Europea. Schulz ha definido las nuevas leyes como ‘vergonzosas’ y ‘una violación delos derechos fundamentales de los individuos’. En sus propias palabras:

Es necesario redirigir los esfuerzos a ayudar a la sociedad civil y otras organizaciones que luchan contra la exclusión y discriminación basada en la orientación sexual.’

Como era de esperar, su intervención fue recibida con reticencia por gran parte de los parlamentarios africanos. Por ello, la propia declaración final de la cumbre revela su discrepancia en este asunto.

Por su parte, los integrantes del Intergrupo LGTB de a UE se mostraron más directos y serios con sus posteriores afirmaciones a los medios de comunicación, como el europarlamentario y presidente del Intergrupo Michael Cashman:

La propagación incendiaria de la legislación anti-LGTB por toda África debe ser frenada. (La percepción de la homosexualidad) está alimentada por las mentiras de los misioneros evangélicos estadounidenses y algunos líderes africanos, que  tratan de ocultar su propia incompetencia política y enmascarar los escándalos de corrupción.’

El eurodiputado Olle Schmidt, va más allá, reclamando penalizaciones económicas a los países que promulgen leyes contra la libertad sexual y los derechos humanos. En sus palabras:

Es hora de que la UE mire las medidas restrictivas disponibles en el marco del Acuerdo de Cotonú. El pisoteo de los derechos humanos debe acarrear consecuencias económicas.’

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