El St. Pauli ondea la bandera arcoíris contra la homofobia

El fútbol no siempre vive ajeno a los cambios sociales. A lo largo del planeta fútbol, hay equipos que se han convertido en únicos no por sus victorias, títulos o juego, sino por su militancia y activismo más allá del fútbol.

Históricamente hay un partido de que trascendió los límites del fútbol para situarse en un espectro social. Sucedió en la Segunda Guerra Mundial y fue conocido como el partido de la muerte. En la Ucrania ocupada por los nazis, se disputó un partido entre prisioneros de guerra y soldados de la Wehrmacht. A pesar de que a los reos les avisaron que si ganaban el partido serían fusilados, el equipo ucraniano decidió morir de pie.

El resultado final fue tan esperado como trágico. Los jugadores fueron deportados o fusilados, pero demostraron que el fútbol también puede ser un arma para luchar contra las injusticias sociales.

En la actualidad, hay numerosos equipos que, siguiendo esta tendencia, son más conocidos por su lucha fuera del terreno que por sus resultados deportivos.

En España tenemos al Rayo Vallecano que desde su fundación (se inscribió en la Federación Obrera de Fútbol) se ha mantenido como el club de los desheredados, en Italia está el Livorno que pone un punto de color y empatía a las minorías en el Calcio, en Argentina está el Argentinos Juniors que se fundó con el nombre de ‘Mártires de Chicago’ en honor a los activistas que murieron en la ciudad del viento dentro de las primeras protestas obreras…pero ninguno como el St. Pauli alemán.

Una historia de empatía
Dentro de los clubes contestatarios, el St. Pauli se encuentra por encima del resto. El club alemán es el único del mundo que en sus estatutos se define como un equipo ‘antifascista, antirracista y antihomófobo’.

Su presidente es el único del mundo en declararse abiertamente homosexual. Cambiaron el nombre del estadio cuando descubrieron que el homenajeado había sido un colaborador del III Reich, en 2002 fueron retiradas todas las publicidades de la revista ‘Maxim’ puesto que los hinchas del equipo las consideraban denigrantes contra la mujer, el año pasado se manifestaron enérgicamente a favor del matrimonio igualitario y para esta temporada han decidido dar una vuelta de tuerca en su lucha por el colectivo LGTB.

Contra la homofobia
Desde este pasado jueves, la bandera del arcoíris luce con orgullo en el estadio del equipo de Hamburgo. Como símbolo de la lucha que el St. Pauli mantiene desde hace varios años contra la homofobia, la bandera ondeará durante toda la temporada en los partidos que el equipo dispute en su estadio.

‘El club ha participado activamente durante muchos años en la lucha contra la homofobia y la formas de discriminación. Con este indicador, se utiliza un símbolo muy visible para mostrar que esta cuestión se toma muy en serio en el St. Pauli ‘, ha indicado con vehemencia Gernot Stenger, vicepresidente del club.

Desde la peña LGTB del equipo, única en el mundo, también se apoya con fuerza esta medida, aunque se reclame una lucha aún mayor.

‘Queerpass Sankt Pauli’ es el nombre de este grupo que además de apoyar al club en la desde las gradas, busca fomentar la igualdad y la inclusión en el futbol teutón. Dirk Bruellau, uno de los representantes de este club de fans ha indicado que si algún equipo de la Primera División hiciera algo así sería “un gran salto cualitativo para el mundo del futbol“.

Hay que indicar que la Bundesliga es una de las Ligas de fútbol más gayfriendlys. De hecho, se han creado una serie de medidas en apoyo de la comunidad LGTB a lo largo de los últimos meses, dentro de la campaña ‘Go your own way’. Promovida por la canciller alemana Angela Merkel, la iniciativa busca que tanto jugadores como hinchas puedan expresar su preferencia sexual sin ningún tipo de tapujos…y es que en el deporte no debería haber sitio para los prejuicios.

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