Salud, nutrición y bienestar alimenticio

“Somos lo que comemos”. Todos hemos oído alguna vez esta expresión, ¿pero, realmente es así de sencillo?. La respuesta es sí. La comida que elegimos tiene un gran impacto en nuestra salud.

En la actualidad, a causa de las prisas y de un ritmo de vida frenético, nuestros hábitos alimenticios se están viendo resentidos. En este apartado explicaremos lo que hay que saber sobre nutrición, alimentos y hábitos saludables para poder llevar una vida sana.

Tipos de nutrientes

Hay dos tipos de nutrientes: los simples o micronutrientes, y los complejos o macronutrientes.

Los micronutrientes son sustancias que nuestro organismo necesita en pequeñas dosis. A este grupo pertenecen las sales minerales, vitaminas y compuestos inorgánicos. Los macronutrientes son aquellos que necesitamos ingerir en mayores cantidades y que suministran la mayor parte de energía metabólica a nuestro organismo. En este grupo se encuentran los hidratos de carbono, proteínas y lípidos.

Toda esta información está muy bien, ¿pero qué es lo que tengo que comer? En la siguiente imagen se muestra una guía útil y sencilla para seguir una alimentación sana. A diferencia de la típica pirámide nutricional basada en porciones, esta imagen nos muestra la cantidad que debemos ingerir de cada grupo de alimentos en nuestro plato de comida.

El pan, el arroz y otros cereales son importantes porque nos proporcionan:

• Carbohidratos para dar energía.
• Fibra para tener regularidad.
• Vitaminas y minerales para muchas funciones importantes del cuerpo.
• Proteínas para el crecimiento y restauración de las células.

Las frutas y verduras contienen nutrientes esenciales para la salud. Tienen un alto contenido en fibra, vitaminas, minerales, agua y sustancias antioxidantes y, además, no contienen colesterol y aportan pocas calorías.

Los productos lácteos son fuente de calcio, vitaminas y proteínas de alto valor biológico, las cuales contienen todos los aminoácidos esenciales para nuestro organismo. Para cada una de las etapas de nuestra vida, los lácteos ofrecen beneficios vitales para la nutrición y el desarrollo de nuestro cuerpo.

La carne, el pescado, los huevos y legumbres son la principal fuente de proteínas, hierro y yodo. Además aportan vitaminas y otros minerales necesarios para nuestro organismo. 

Los dulces deben representar un porcentaje reducido de nuestra dieta, lo cual no significa que debamos renunciar a ellos. En su justa medida y dentro de una dieta equilibrada los dulces son beneficiosos para la salud, ya que son un aporte extra de energía y numerosos nutrientes, también necesarios.