Tras el alarmante anuncio de la semana pasada las autoridades rusas han afirmado que el nuevo decreto de seguridad vial que están preparando permitirá a las personas transexuales y transgénero conducir vehículos, retractándose de su primera apreciación sobre este asunto.
Está claro que la posible retirada de los permisos de conducir no es comparable a la complicidad gubernamental en la persecución al colectivo LGTB de la que que el país adolece en los últimos tiempos. No obstante, una norma así fomentaría el aislamiento y la exclusión más si cabe del colectivo en Rusia.
La OMS fomenta esta clase de razonamientos
La intención de dejar sin licencia de conducir a la comunidad trans viene motivada por el injusto trato de los manuales médicos y los organismos de salud internacionales. De hecho, las autoridades rusas se fijaron en la clasificación de trastorno mental que hace de la transexualidad y transgenerismo la OMS,
En este sentido, y tras la rectificación, la nueva norma en la ley vial sólo afectará a las personas que sufran trastornos mentales crónicos y prolongados con síntomas severos o persistentes, tal y como ha anunciado el portavoz del Ministerio de Salud Oleg Salagai.
La OMS se encuentra en un estado de constante interpelación para que deje de considerar a las personas trans como enfermos mentales, por esta razón se encuentra revisando su Clasificación Internacional de Enfermedades, vigente delsde el año 1994.