La semana pasada, Taiwán daba un gran paso para la futura aprobación del matrimonio igualitario. Un avance político que se ha convertido en el mejor prólogo para la celebración del Orgullo LGTB de Taipei, que un año más se ha convertido en la marcha LGTB más multitudinaria de todo Asia.
Casi cien mil personas de todos los rincones del continente (82.000 personas se congregaron, según la organización) se dieron cita en la capital de Taiwán para celebrar la inclusión y la diversidad del colectivo LGTB en un continente que históricamente ha sido bastante beligerante con la comunidad.
La marcha partió de la Puerta Jingfu, muy cerca del Palacio Presidencial, bajo el lema ‘Divertirse juntos, contra la ‘falsa amistad’ y por el verdadero respeto que da libertad’, y consiguió que las demandas de la comunidad resonaran en todo el continente asiático.
En esta edición, la marcha ha buscado ‘resaltar que las normativas legales no pueden sustituir a la educación, el diálogo y la compresión’, como ha declarado a medios locales Jenny Huang, una de las portavoces del evento.
Unos 160 grupos asiáticos y occidentales añadieron colorido a esta marcha, algunos con banderas e indumentarias nacionales y pancartas, a los que se unieron funcionarios de las representaciones de la Unión Europea (UE), Austria, Bélgica, Canadá, Francia, Nueva Zelanda, Países Bajos y Reino Unido, en solidaridad por la igualdad de derechos.
‘Es la mayor marcha del orgullo LGTB en Asia, lo que muestra que Taiwán es líder en la protección de los derechos del colectivo’, indicó la Oficina Económica y Comercial de la Unión Europea en un comunicado, en defensa del respeto a los derechos humanos, independientemente de la orientación sexual.
La nueva presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha apoyado abiertamente la igualdad de matrimonio y dijo que respetaría cualquier decisión adoptada por el Parlamento: ‘A pesar de que mi papel ha cambiado, mis valores permanecen sin cambios’.