Mariela Castro encabezará una boda masiva en Cuba para defender al colectivo LGTB

La explosión LGTB que está viviendo America Latina nos sigue dejando muy gratas noticias. Si podemos considerar a Argentina como verdadero motor de esta revolución arcoíris (con numerosas propuestas que van desde una mejor atención al colectivo trans, hasta la creación de políticas familiares mucho más inclusivas), lo cierto es que el resto de países del continente han tomado buen ejemplo.

Así nos llegan noticias de diferentes avances de los derechos del colectivo en países tan dispares como Colombia, Brasil… o Cuba. En el caso de la isla caribeña, podemos observar un cambio de 180 grados respecto al colectivo LGTB que se materializa con la celebración de una boda masiva para defender los derechos de la comunidad.

Esta boda masiva, que será el acto central del desfile anual por el Día del Orgullo Gay, será meramente simbólica porque el matrimonio entre personas del mismo sexo está prohibido en Cuba, que históricamente se ha resistido a cambios legislativos de este tipo.

No podemos hacer una boda real, pero queremos hacer una modestísima celebración de amor con algunos líderes religiosos. Ya veremos qué otra cosa podemos hacer, ha dicho Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

La hija del presidente cubano ha explicado que estos actos son necesarios porque la sociedad cubana aún se resiste a reconocer los derechos de la comunidad. Algunas actitudes han cambiado desde que Fidel Castro admitió en 2010 que se había equivocado al discriminar a los homosexuales, que fueron enviados a campos de trabajo en los primeros años tras la Revolución Cubana de 1959.

Así, el año pasado, la Asamblea Nacional aprobó un nuevo Códido de Trabajo en Cuba que incluyó por primera vez la no discriminación por orientación sexual, aunque no contempló la no discriminación por identidad de género.   

La directora del Cenesex votó contra el nuevo Código de Trabajo, en una acción sin precedentes en el Parlamento cubano, donde los diputados votan de manera unánime, por no contemplar este extremo.   

Hay temor a que se cree cierta ruptura en la sociedad cubana. Sin embargo, estoy convencida de que independientemente de que no todo el mundo esté de acuerdo con una ley que incluya el respeto a los derechos LGTBI, esto no va a crear ruptura, sino enriquecimiento cultural’, ha defendido Castro.