Tal y como varios organismos de Derechos Humanos nos anunciaban desde hace varios meses, el Ejecutivo conservador de Macedonia ha visto prosperar su enmienda constitucional que bloqueará cualquier ley que intente ampliar el matrimonio a las personas del mismo sexo.
Esta enmienda, que establece que el matrimonio ‘sea la unión exclusiva entre un hombre y una mujer’, también prevé que ‘cualquier relación jurídica entre matrimonio, familia y unión civil deberá ser regulada por una ley apoyda por una mayoría de dos tercios del Parlamento’, estableciendo la necesidad de conseguir la misma mayoría que para los casos de integridad territorial, soberanía y funcionamiento del Estado
A pesar de que la enmienda constitucional necesita la confirmación final en una votación parlamentaria adicional y la aprobación presidencial, se estima su inminente aprobación, tras ser apoyada por una mayoria de 72 frente a 4 votos.
Al trascender el resultado de la votación, la euroduputada Tanja Fajon, reaccionó expresando:
En vez de tomarse el Dictamen de la Comisión de Venecia en serio, y comenzar a garantizar la igualdad de derechos para todas las parejas, el Gobierno, apoyado por su Parlamento, ha decidido crear un obstáculo constitucional a cualquier posible legislación futura sobre esta cuestión en el futuro. […] En lugar de institucionalizar la discriminación contra las parejas del mismo sexo, llamo al Gobierno a aunentar su protección de acuerdo a las normas europeas.’
Por su parte, la tamién eurodiputada Sophie in ‘t Veld, ha añadido:
El gobierno de Macedonia debe darse cuenta de la Diversidad es la fuente de la prosperidad y la estabilidad social, no un obstáculo para ella. A la inversa, la homofobia nunca ha creado un solo puesto de trabajo o de hecho resuelto ningún otro problema.’