A inicios de la última legislatura se llevó a cabo la reforma sanitaria más reprobable de la Historia de la democracia en España, una modificación que, entre otras cosas, dejó sin tarjeta sanitaria a más de 800.000 personas y que a todas luces incumplía numerosos acuerdos internacionales en materia epidemiológica.
Después de tres años de recurrentes denuncias a esta incoherente limitación de los derechos sanitarios de la población, los gobiernos de la Comunidad Valenciana y Las Islas Baleares han anunciado la extensión de la tarjeta sanitaria a todas aquellas personas empadronadas en sus territorios, una noticias que pese a recibirse con satisfacción, fomenta la desigualdad entre las diferentes Comunidades Autónomas.
No obstante, otras circunscripciones autnómicas se han adelantado adoptando de manera progresiva medidas para garantizar el acceso de personas migrantes a la atención sanitaria, como Asturias, Andalucía, o Euskadi y Navarra, que han llegado a garantizar por ley la universalidad de la atención sanitaria.
En este mismo sentido se dirige la petición de Amnistía Internacional, Médicos del Mundo, Red Acoge, SemFYC, Sespas y Odusalud a la que se ha sumado la FELGTB, que insta al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, a que incluya la cuestión de la asistencia sanitaria a las personas migrantes en situación administrativa irregular en el orden del día del próximo Consejo Interterritorial de Salud, que se celebrará mañana 29 de julio en Madrid.
¿Qué se reclama?
Las organizaciones solicitan que las autoridades centrales y autonómicas representadas en el Consejo que debatan y adopten acuerdos sobre la urgencia de poner en práctica las recomendaciones emitidas por más de una decena de mecanismos de protección de derechos humanos de Naciones Unidas y el Consejo de Europa, que han instado al Gobierno español a asegurar el acceso a la atención sanitaria para todas las personas que viven en España.
Las citadas recomendaciones internacionales provienen del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas, quien ha destacado que el Real Decreto Ley 16/2012 ha tenido un impacto desproporcionado sobre las mujeres migrantes y que con él se ha perdido una oportunidad para identificar a las víctimas de violencia de género y a las víctimas de trata de personas y apoyar a las víctimas de violencia sexual. El Comité recomienda que se reforme el Real Decreto Ley para garantizar el acceso a la atención sanitaria a todas las personas.
En el mes de mayo, también el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la cuestión de la discriminación de la mujer en la legislación y en la práctica instó al Gobierno a asegurar la cobertura sanitaria para todas las personas migrantes y calificó el Real Decreto Ley 16/2012 como una medida regresiva incompatible con las obligaciones internacionales de España en materia de derechos humanos, al igual que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que recomienda que en España que las personas migrantes no sean discriminadas en el acceso a la atención de la salud.
Las ONG consideran que el anuncio del ministro en relación con el acceso a la atención primaria de las personas hasta ahora excluidas es un paso en la dirección correcta, pero también es solo una medida paliativa y, por tanto, insuficiente. Lo importante según las entidades es reformar la legislación que consagra esta exclusión sanitaria y blindar definitivamente el acceso a la salud como un derecho humano.
Mientras esto llega, es necesario recordar a los gobiernos autonómicos que también ostentan obligaciones internacionales en materia del derecho a la salud y que pueden y deben llegar al límite de sus competencias para asegurar que se restaure la universalidad de este derecho.
Además, las autonomías gobernadas por aquellas fuerzas políticas que suscribieron públicamente su compromiso con la restitución de la cobertura sanitaria universal en España tienen ahora una oportunidad de oro para exigir al gobierno central cambios legislativos urgentes que permitan alcanzar este objetivo.
En este sentido, organizaciones como Médicos del Mundo y las integradas en el observatorio Odusalud se preguntan de qué forma las nuevas medidas que se pongan en marcha van a contemplar la restitución del daño causado hasta ahora por la exclusión sanitaria, en concreto con las facturas y compromisos de pago emitidos.
Por esta razón, las entidades firmantes de la carta al ministro, que llevan denunciando el impacto de la reforma sanitaria desde su aprobación y documentando sus efectos con sus propios medios, han exigido reiteradamente al Gobierno que evalúe qué consecuencias ha tenido el RDL 16/2012 sobre el derecho a la salud de las personas afectadas.
Durante la celebración del Consejo Interterritorial de Salud previsto para mañana, activistas de estas asociaciones entregarán botiquines -que contienen el listado de recomendaciones internacionales– al ministro y a los y las representantes de las Consejerías de sanidad autonómicas participantes en la reunión.