El pasado mes de septiembre representantes del colectivo de hombres transexuales denunciaron el desabastecimiento subprepticio de la testosterona inyectable de Bayer en las farmacias después de que Sanidad le obligara a rebajar en un 35% su precio de venta. Una negociación que tras siete meses ha devuelto al medicamento a las farmacias, pero sin estar subvencionado por el Sistema Nacional de Salud.
Según informa en exclusiva ElDiario.es, desde el pasado mes de abril tanto hombres transexuales que quieren (=necesitan) mantener su tratamiento hormonal como los pacientes con cáncer de testículos han de asumir el coste total del medicamento, que se eleva a 128 euros.
Hasta su desaparición de las farmacias y su nueva comercialización a este elevado precio, sus usuarios pagaban menos de cinco euros por él. Y teniendo en cuenta que Reandron es la terapia más avanzada para este fin, pocas son las personas que quieren volver a los antiguos tratamientos, de irregular impacto en los organismos y posología más frecuente.
Una solución insuficiente
Además de los usuarios del Reandron, los facultativos acreditados tampoco apoyan su salida del SNS, como la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, que afriman que aunque existen otros compuestos de testosterona en el mercado, éstos son de administración parenteral o transdérmica con una adherencia más difícil por parte de los pacientes.
Durante el periodo en el que el medicamento no ha estado disponible los departamentos de sanidad autonómicos han gestionado la solución para las personas que seguían demandándolo, que ha veces ha llevado a sus administraciones a tener que importarlo de otros países.
Desde el activismo se han llevado a cabo numerosas iniciativas para reclamar la devolución del medicamento a la financiación pública, como el lanzamiento de una campaña en change.org o la publicación de este llamamiento de sensibilización grabado por su impulsor, Andrés Piñeiro.