El reciente anuncio del distrito tokiota de Shibuya de su intención de reconocer simbólicamente el matrimonio igualitario ha avivado de nuevo el debate sobre la asunción de esta norma tanto en la opinión pública como en los foros políticos, donde se ha interpelado directamente al Primer Ministro japonés.
Tal y como aparece en el medio SPUTNIK NEWS, Shinzo Abe ha dudado de la constitucionalidad de la norma tras ser preguntado por el legislador de la oposición Kota Matsuda en torno a la misma, mientras otras voces acreditadas apuntan a que su aprobación no generaría conflicto alguno con el texto constitutivo del país.
Para el Primer Ministro Abe el cambio del ordenamiento civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo implica ”consideraciones extremadamente cautelosas” al contradecir la Constitución de Japón.
Sin embargo, tanto el opositor Matsuda como el politólogo especialista en género Mari Miura defienden que su Carta Magna no excluye el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Según han expuesto los grupos impulsores de la iniciativa, la mayoria de la juventud japonesa apoya a la población LGTB y sus derechos matrimoniales, por lo que esperan que antes o después la norma salga adelante. No obstante, señalan que más personajes públicos, artistas y deportistas del colectivo deberían salir del armario para apoyar la visibilidad y respaldar la ley.