Jeremy Corbyn es una rara avis dentro del mundo de la política. A sus 66 años casi dobla la edad media de los políticos europeos, entró en la carrera para liderar el Partido Laborista, según sus propias palabras, para ”que hubiera al menos un candidato del ala izquierda”.
Su candidatura no contaba con muchas opciones, pero a medida que la gente le ha ido descubriendo, ha conseguido meterse al público en el bolsillo. Primero protestó por las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en la Unión Europea. Posteriormente se encargo de ponerse al lado de Syriza, y ahora se rinde al colectivo LGTB.
El matrimonio igualitario ha sido legalizado en Inglaterra, Gales y Escocia en 2014, pero como se trata de una cuestión que corresponde a cada país en Irlanda del Norte sigue bloqueado por el Partido Unionista Democrático.
En respuesta a una pregunta sobre la prohibición permanente sobre las uniones del mismo sexo en Irlanda del Norte, el porlítico tuvo esta gratificante respuesta:
Me gustaría y espero que esto se puede acordar, una extensión en la legislación de cuestiones de igualdad que hemos recibido en el Parlamento para todas las partes del Reino Unido. Esa es mi posición y me siento muy identificada con ella. Me doy cuenta de que hay sensibilidades, me doy cuenta de que la gente no siempre están de acuerdo en esta cuestión, pero si soy abierto y honesto, puedo avanzar que si salgo como Primer Ministro el matrimonio igualitario llegará a Irlanda del Norte.”