Desde el pasado 2012 la regularización de la gestación subrogada ha sido un tema recurrente en la agenda política de Islandia, un país que registra en torno a diez demandas al año de casos de particulares y parejas.
El pasado año se introdujo en su parlamento la primera propuesta de ley para eliminar su actual prohibición, dado que se estima que las personas que la solicitan acaban acudiendo a clínicas clandestinas o extranjeras, con la consecuente falta de control y seguridad.
Pero no ha sido hasta este mes cuando el ministro de Sanidad, Kristjan thór Júlíusson, ha insisitido en la necesidad de su legalaización, de la que podrían beneficiarse tanto parejas como individuos independientemente de su género, estado civil u orientación sexual.
¿Qué permitiría?
La legalización de los llamados ”vientres de alquiler” que propone el ministro thór Júlíusson vendría sujeta a varios principios y criterios, como:
- La prohibición del intercambio de dinero u otros bienes por la gestación del bebé. (Sólo se permite sufragar los gastos relacionados con el embarazo)
- El acceso igualitario entre hombres, mujeres y parejas independientemente de su orientación sexual.
- La edad de la gestante, que debe comprenderse entre los 25 y 29 años.
- La edad de las personas solicitantes, que debe encontrarse entre los 25 y 45 años.
- La prohibición de la donación anónima, con el objetivo de garantizar el derecho del/a menor a conocer la identidad de sus progenitores.
El proyecto de ley también propone la creación de una Comisión de Subrogación, que, entre otras tareas, evaluaría las solicitudes presentadas y a las potenciales madres sustitutas, asistiéndoles con asesoría legal y otros recursos de consultoría.
Según aparece en el comunicado del ministro thór Júlíusson:
Esta propuesta incrementa particularmente las oportunidades de los hombres. Ya que ahora tendrán el derecho de encontrar a una madre auxiliar para tener un hijo.’