Desde que en el pasado mes de octubre el servicio nacional de correos de EEUU anunció que este año iban a publicar un sello que conmemorase la figura de Harvey Milk, han pasado unos meses en los que los sectores más homofóbicos de Estados Unidos han sacado su peor cara y han intentado hacer fuerza para que este viaje no llegará a buen puerto.
Ni la fuerza, ni las amenazas han atenazado a los funcionarios norteamericanos que se han mostrado no solo firmes con su decisión, sino orgullosos de homenajear a una de las principales figuras del activismo LGTB en el país.
Susan McGowan, directora de la Oficina de USPS, ha ofrecido unas declaraciones al ‘Washington Blade’ en las que confirma la postura de la agencia:
Finalmente, el sello saldrá al mercado en mayo y no en junio como se había comentado en algún medio. Esperamos que la gente se acerque a la ceremonia de lanzamiento que será muy especial, vamos a montar una gran celebración.’
Aunque no ha dado detalles de la votación del Comité de Aprobación sello Ciudadanos que terminó con la aprobación del sello, Susan McGowan ha sido firme en indicar que no hay una oposición apasionada a la estampa en el comité:
No mantenemos esos detalles porque todo lo que se necesita es una mayoría simple para su aprobación. Lo que importa es que el comité estaba de acuerdo con la figura de Harvey Milk y que el sello saldrá en mayo’.
Una oposición beligerante
En este caso, han sido los grupos religiosos más inmovilistas los que han encendido la llama del odio, como confirma Nicole Murray Ramírez, comisionado de la ciudad de San Diego.
Murray ha indicado que el proceso para obtener la aprobación para el sello Harvey Milk fue largo y tortuoso.
Sin embargo, agregó que él y sus colegas en la campaña de sello, entre ellos Stuart Milk -sobrino de Harvey Milk, que es también un defensor de los derechos civiles- GLAAD, The Human Rights Campaign, la Fundación Harvey Milk, The National Gay and Lesbian Task Force, numerosos senadores y miembros del Congreso (en un principio la mayor parte demócratas y después se unieron numerosos políticos republicanos), estan satisfechos con el resultado final.
Ramírez ha indicado que los símbolos apoyados por la sociedad en su conjunto, como es el caso de los sellos conmemorativos, hablan más alto y durante más tiempo que las palabras de odio e intolerancia que defienden los ultraconservadores:
El hecho de que ahora tengamos la imagen de uno de nuestros más grandes líderes de LGTB en un sello de correos de Estados Unidos muy bien diseñado , dice más que cualquier otra cosa acerca de lo lejos que hemos llegado como un país que lucha contra el odio al que todavía se enfrentan los gais, lesbianas, bisexuales y personas transgénero.’